Depilar las cejas con pinzas


Parece algo muy sencillo, pero en realidad no es así. Y no decimos esto por la acción de depilar las cejas en sí, si no porque si llevamos nuestras cejas mal depiladas o sin que se ajusten bien a nuestras facciones, la verdad es que éstas pueden hacer que nuestro rostro cambie totalmente de aspecto.

Para realizar este proceso, debemos tener en cuenta tres puntos muy importantes:

Dónde debe comenzar la ceja. Trazaremos una línea paralela a nuestra nariz pasando por donde comienza el lagrimal hasta llegar donde nace el pelo de la ceja. En ese punto es donde debe comenzar la ceja.

Dónde debe terminar la ceja. Trazaremos una línea perpendicular desde el orificio nasal hasta el extremo del ojo, sin pasar por su interior.

Dónde comienza el arco hacia debajo de la ceja. La línea que trazaremos esta vez irá desde el orificio nasal (igual que la anterior), pasando por el borde del iris.


Una vez que tengamos estos puntos claros pasaremos a depilarnos las cejas. Limpiaremos bien la zona con el tónico que solamos utilizar y después nos aseguraremos de secarla bien para que cuando vayamos a coger los pelos con las pinzas no se nos escapen por estar húmedos.

A diferencia de otras partes de cuerpo, cuando nos dispongamos a quitar el pelo de las cejas debemos hacerlo en el sentido en el que crece. Así que estiraremos la piel y comenzaremos a arrancar pelo a pelo.
Realizaremos movimientos rápidos y nos acordaremos de coger el pelo lo más cerca de la raíz que podamos para que no se rompa. Por último, intentaremos realizar el proceso de izquierda a derecha para seguir la simetría entre las dos líneas de las cejas.

Intentaremos no salir de casa nada más depilarnos, ya que la zona suele quedar irritada durante algún tiempo, y si salimos demasiado pronto todos se fijaran en lo enrojecido de la zona.

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