Alimentos para combatir la piel seca


Sabemos que los agentes externos como el calor, el frío, el viento y otros pueden dañar nuestra piel y hacer que se resienta al estar expuesta a ellos, resecándose y perdiendo su brillo y elasticidad. Pero además el tipo de piel que tengamos también está conformado en gran parte por la herencia, y de ella dependerá que tengamos la piel normal, seca, mixta y grasa. Quizá la piel que más cuesta cuidar es la piel seca, ya que tiene mayor tendencia a deshidratarse, lo que se traduce en aparición de arrugas y en envejecimiento prematuro por falta de humedad en la piel.

Para combatir esto, existen una serie de alimentos que pueden ayudar a que la estructura de la piel mejore con el tiempo. Lo que comemos se refleja en nuestro aspecto, y dependiendo de nuestra dieta nuestra piel puede estar más o menos sana.

Lo más recomendable es consumir productos ricos en vitaminas A y E, que son necesarios para la salud de la piel. Entre ellos podemos citar las fresas, el aguacate, la zanahoria, los tomates, los lácteos el aceite de oliva y los frutos secos.

También es buena idea ayudar a nuestra piel con un zumo que puede combatir los signos de la piel seca. Para prepararlo utilizaremos 1 melocotón 3 fresas, medio plátano y agua o leche. Consúmelo inmediatamente después de hacerlo para aprovechar todas sus propiedades. Debes hacerlo tres veces por semana y es seguro que, al poco tiempo, notarás los resultados en la piel.

Como complemento a esta dieta «hidratante», no dejes de usar las cremas hidratantes o mascarillas naturales para los cutis secos, que harán que tu piel no se reseque nunca más.

Lentigos solares


Si pasas tiempo al sol, probablemente habrás notado la aparición de unas manchas oscuras en tu piel. Incluso el uso de cremas hidratantes y de protectores solares no detendrá la aparición de estas manchas. El término técnico para estas manchas es lentigos solares. Estas, comienzan a desarrollarse rápidamente a partir de los 40 años y su aceleración es mucho más llamativa a partir de los 50.

Independientemente del sexo, a menos que evites completamente la exposición al sol durante la juventud, sin duda te aparecerán las manchas solares con el paso de la edad. Estos lentigos, pueden llegar a convertirse en una verdadera preocupación ya que pueden llegar a cambiar de color, lo que indica que algo no va bien. Si poco a poco, van adquiriendo un color negruzco, acude a tu dermatólogo para comprobar si se trata de un posible melanoma maligno.

Esta condición es difícil de ocultar a diferencia de otras características del paso de la edad: pelo canoso, aumento de peso… Al igual que un tatuaje, las manchas solares pueden quedarse en la piel de forma permanente. Muchos cambios del color de la piel pueden ser tratados y las manchas solares no podían ser menos. Debes consultar con tu médico tu problema y hacer caso a sus recomendaciones.

En el mercado actual existen cremas y medicamentos que te pueden ayudar a “blanquear” dichas manchas pero, siempre debes utilizarlas bajo prescripción médica. Por lo general, muchas mujeres intentan la desaparición con el láser. Recuerda que debes visitar una clínica especializada que te dé todas las garantías posibles y tengan expertos en el tema.

Cómo elegir un tattoo


Los tatuajes que parecen tan modernos, no lo son, hace miles de años atrás los egipcios ya se tatuaban. Lo hacían como demostración de valentía, para diferenciarse de otras tribus o para castigar a los sacrílegos. Con el paso del tiempo y en las distintas civilizaciones el concepto se fue modificando, mientras que en la actualidad es una forma de expresión estética, sentimental, pasional o artística. Si tienes pensado hacerte un tattoo, ten en cuenta los siguientes consejos para escoger el tatuaje perfecto de acuerdo con tu personalidad, tono de piel y estilo de vida.


Lo primero es decidir el lugar del cuerpo en el que deseas tener el tatuaje. Recuerda que si lo haces en áreas muy visibles, puedes tener problemas para conseguir trabajo, especialmente si son oficios de cara al público.


Descubre tu tolerancia al dolor. Las zonas con menor masa muscular, como tobillos o caderas son más sensibles y por lo tanto, más dolorosas.


Decídete por un diseño que signifique algo para ti. No olvides que esa marca será para siempre y tienes que sentirte identificado con ella para toda tu vida.


Antes de elegir el dibujo definitivo tómate un tiempo, si es posible algunos días, para asegurarte de que la opción es la ideal. No te hagas un tatuaje por imitación o sin planearlo con tiempo.


Determina el tamaño deseado. Ten en cuenta que cuanto más grande sea, el tiempo y el dolor serán mayores.


No te recomendamos inmortalizar tu amor o tatuar el nombre de tu pareja puede no ser recomendable. La vida da muchas vueltas y quizás con el tiempo tus sentimientos se sean otros.


Elige un tatuador profesional, no te lo hagas en cualquier sitio, tiene que se especializado, busca un artista experimentado que te garantice un buen trabajo y óptimas condiciones de seguridad y sobre todo de higiene.


Si tu piel tiene es blanquita, puedes elegir tintas de tonos claros para que se luzca tu tatuaje. Si eres de piel morena, son ideales los pigmentos oscuros y brillantes.


Antes de comenzar una sesión de tatuaje, asegúrate de que se hayan tomado las medidas higiénicas adecuadas (material descartable, guantes, asepsia). Antes de comenzar, solicita al tatuador que te realice una prueba de reacción alérgica a los pigmentos.

Tipos de lunares


Un lunar, es una mancha oscura permanente o adquirida en la piel. Por lo general, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. La mayoría de las veces los lunares son un crecimiento benigno de las células que se encargan del color de la piel (melanocitos). Estas manchas pueden añadir un punto sexy a sus propietarios o por el contrario, ser odiados por los mismos. A veces, los lunares puede ser un riesgo para la salud.

Suelen aparecer durante el primer año de vida y se cree que son el resultado de un trastorno en el desarrollo de las células fetales. Las mujeres son propensas a tener más lunares, apareciendo estos en su piel durante toda la segunda o tercera década de su vida debido a las quemaduras de sol o como resultado del embarazo. Los lunares pueden tener diferentes colores. El tamaño y la forma también pueden variar.

En términos médicos se les conoce como nevos. Los nevos pueden aparecer de manera individual o en grupos repartidoss por todo el torso, los brazos y las piernas. La superficie de los lunares puede ser plana o abultada. Algunos brotan con unos pocos pelos, lo cual es normal. El lunar más común es el conocido como lentigo. Este suele ser bastante habitual en las personas de piel oscura. Es una marca oscura circular con el tamaño de una lenteja y con una superficie ligeramente elevada. Su color puede ser amarillo-marrón o marrón oscuro. Por lo general, no brota ningún cabello.

Otro tipo de lunar son los que tienen forma semiesférica, suave al tacto y con pequeños surcos. El color puede ser el mismo que el de la piel, aunque tienden a tener un tono grisáceo, e incluso, morado oscuro. El tamaño puede variar y puede parecerse a una lenteja o a una cereza. Este tipo de lunar, suele aparecer frecuentemente en la cara y el torso. Los lunares de color azul son una variante de un lunar común. Estos suelen aparecer por la cara con forma de pequeñas lentejas. Es benigno y suele ser más de un problema estético.

Cómo conseguir un bronceado perfecto


Este verano cuando vayas a la playa para disfrutar del buen tiempo, debes saber el modo de conseguir el mejor bronceado de tu vida y la receta para un bronceador saludable.


Come una zanahoria cada día el mes antes de ir a la playa.


Toma una dosis extra de betacaroteno unas semanas antes de empezar tus vacaciones.


No olvides hidratar tu piel, para ello bebe a diario ocho vasos de agua, unos dos litros de líquido.


Licua una zanahoria con un chorrito de aceite mineral y deja que fermente durante una semana para obtener un bronceador casero.


Unos días antes de exponerte a los rayos del sol, exfolia tu piel con una mezcla de dos cucharadas de miel, dos de avena, una de azúcar y media taza de agua de rosas.


Masajea todo tu cuerpo con esta mezcla para retirar las células muertas de tu piel.


Cuando llegues de la playa, aplícate aceite de almendras por todo el cuerpo, con eso hidratarás tu piel y mantendrás el bronceado durante más tiempo. Por otro lado, no olvides cuidar la piel con un protector solar de un factor alto, que deberá ser aplicado media hora antes de la exposición. Te recomendamos exponte al sol durante media hora (quince minutos boca arriba y otros quince, boca abajo) y luego puedes resguardarte en la sombra para evitar quemaduras.

Alimentación para una piel sana


La forma más frecuente de cuidado de nuestra piel en una sociedad claramente de consumo suele ser mediante cremas industriales que prometen nutrir nuestra epidermis, aunque a menudo no consiguen alcanzar a las capas más profundas de la piel, limitando de esta manera su efecto reparador. Es por eso que para gozar de una piel sana y luminosa, es fundamental entenderla como si fuera otro órgano más de nuestro cuerpo, que precisa un cuidado en profundidad. Si queremos cuidar de nuestra piel desde dentro, debemos equilibrar nuestra dieta de manera que nos aporte las vitaminas y minerales necesarios para mantener un lustre joven e hidratado.

Un factor fundamental en nuestra alimentación sería el consumo adecuado de agua, por lo que, sobre todo cuando hace más calor, se recomienda beber dos litros de agua diarios para mantener el balance hídrico de nuestro cuerpo. De igual manera, será importante incluir en nuestro recetario alimentos que contengan ácidos grasos monoinsaturados, como los que se encuentran en el aceite de oliva o el aguacate, y también poliinsaturados como los que proporcionan los frutos secos. Para responder a estas demandas, bastará con echar mano de nuestras recetas de ensalada favoritas e ir combinando los ingredientes con creatividad de manera que satisfagamos las demandas de nutrientes a nuestro gusto y de forma apetecible.

Valga decir que las hortalizas son también una fuente inagotable de beneficios para nuestra piel pues muchas de ellas ofrecen reconocidos efectos antioxidantes así como beta carotenos, vitaminas como la A y la E, de vital importancia para la salud de nuestra piel, y un aporte esencial de minerales. Teniendo esto en cuenta, se puede afirmar que la receta de gazpacho es otra de las que podemos “abusar” en beneficio de nuestra piel. Este verano, tendrás una piel resplandeciente echando mano de recetas que te nutran por dentro con resultados visibles desde fuera.

Cuida e hidrata tu piel con aftersun


Durante el verano, con el calor y el sol, nuestra piel se reseca y pierde humedad, por lo que es necesario aumentar nuestros cuidados para lograr que su aspecto sea saludable y se mantenga hidratada. Por ello tras los baños de sol, no debemos olvidarnos de aplicarnos aftersun. Contrariamente a lo que se cree, debemos aplicarlo aunque no nos hayamos quemado con el sol, ya que, además de hidratar nuestra piel, la embellecen y ayudan a que tu bronceado se prolongue por más tiempo.

Para usarlo correctamente es bueno seguir unas pautas:

– No es aconsejable utilizar el mismo aftersun para la cara y el cuerpo, ya que, aunque sus principios activos son los mismos, los productos para la cara tienen una textura diferente para absorberse mejor, mientras que las del cuerpo son más densas y podrían taparnos los poros de la piel del rostro y hacer que nos aparezcan granitos.

– Debemos utilizar productos específicos para después del sol y no cualquier crema corporal, ya que éstas sólo hidratan, mientra que el aftersun también calma y refresca la piel. Si tu piel es muy seca, debes aplicarlo más de una vez al día.

– Si se te ha terminado el aftersun, siempre puedes sustituirlo aplicando un yogurt sobre las zonas afectadas, pero no si te has quemado. En ese caso lo mejor es aplicar un paño empapado en vinagre sobre la zona de la quemadura.

– Para maquillarte después de aplicarte el aftersun, debes es perar que se haya absorbido la crema totalmente.

– Si te has quemado, aplica abundante aftersun sobre la zona de las quemaduras y déjalo actuar durante diez minutos. Despues retira el exceso con un tissue.

– Para tus hijos debes elegir aftersun creado específicamente para ellos, porque su textura es especial para pieles delicadas.

Morena con autobronceadores


Si antes de la llegada del verano quieres darle color a tu piel y no tienes tiempo u oportunidad de tomar el sol, tienes en los autobronceadores un gran aliado. Entre sus ventajas, que no son nocivos para la piel y que nos proporcionan un tono bronceado rápida y fácilmente. Esto se debe a que las cremas autobronceadoras incorporan una sustancia que genera una reacción entre las células de las capas más externas de la piel, consiguiendo un bronceado que en nada tiene que envidiar al que logramos tomando el sol.

La sustancia activa que se encuentra en estas cremas se denomina dihidroxiacetona (DHA), y dependiendo de su concentración en cada crema, nos proporcionará un nivel de moreno diferente y con mayor o menor rapidez.

Por ello, si quieres lograr un bronceado progresivo y mantener el tono dorado de tu piel durante varios meses, lo mejor es que elijas productos con bajo contenido de DHA. Si por el contrario necesitas un bronceado rápido e intenso, busca autobronceadores con una mayor concentración de esta sustancia.

Los autobronceadores no estimulan la melanina, como hacen los rayos ultravioleta procedentes del sol. Por el contrario, tiñen las células de la piel que están a punto de eliminarse. El cambio de color de nuestra piel se produce cuando la dihidroxiacetona (DHA) se pone en contacto con los aminoácidos de la piel, ya que se oxidan y como resultado de dicha oxidación producen melanoidinas, de efecto similar a la melanina.

Una vez aplicado, la coloración en la piel aparecerá entre tres y seis horas después, llegando a su punto máximo un día después de paplicarnos el autobronceador. Si lo aplicamos dos o tres veces durante doce horas, la piel mantendrá el color durante unos tres días.

Consejos para aprovechar al máximo la depilación láser y luz pulsada


Entre las diferentes técnicas de depilación que existen cada vez están ganando más adeptos las que destruyen el vello por acción de la luz, tanto luz pulsada como láser, y no es de extrañar, ya que tienen la ventaja de que consiguen resultados permanente, ayudando a las mujeres a librarse de la esclavitud de la depilación. Las sesiones de depilación láser o de luz pulsada y su duración dependen de la zona que nos queramos depilar, ya que el grosor y el tamaño del vello varía de una zona a otra.

Para que aproveches al máximo los beneficios que nos ofrecen estas técnicas y al mismo tiempo cuides de tu piel, es buena idea seguir estos consejos:

No tomes el sol en las zonas que te vas a depilar como mínimo seis meses antes de hacerlo y, una vez que te sometas a esta técnica, debes esperar otras seis semanas después de finalizar el tratamiento. Tampoco es aconsejable tomar el sol entre sesiones, por lo que es el invierno la época ideal para este tipo de depilación.

Depílate antes de someterte a este tratamiento. Si necesitas hacerlo entre sesión y sesión, lo que puede ocurrir ya que transcurre más o menos un mes, hazlo siempre con maquinilla, ya que en estas técnicas la luz se dirige a la raíz del vello.

Esta técnica no resulta en el pelo blanco o en el vello fino. Es más exitosa para el vello negro sobre la piel blanca. No debes utilizarla en las zonas cercanas a los ojos ni donde la piel esté irritada o quemada.

– Si estás embarazada o dando de mamar a tu hijo, no debes someterte a este tipo de depilación. En el caso de que sufras una enfermedad crónica y te estés medicando, consulta a tu médico antes de depilarte.

Preparar la piel para el verano


El verano ya está aquí, seguramente estás deseando ponerte el biquini y lucir tu cuerpo al sol. Sin embargo, antes de ponerte morena, es recomendable preparar tu piel para los excesos que se avecinan. No lo dejes para el último día. Comienza a cuidar tu piel para que se recupere y estate preparada para enfrentarte a los intensos rayos solares, que tanto daño pueden hacerte si no tomas las medidas adecuadas. Te vamos a proponer una terapia desintoxicante con la que conseguirás que tu piel recupere la luminosidad y el resplandor que tanto necesita en pocas semanas.

Consiste en tres sencillos pasos esenciales tanto para el rostro como para el cuerpo: Purificar, iluminar y equilibrar. Para purificar la piel debes comenzar por una buena limpieza que prepare tu epidermis para asimilar cualquier tratamiento. Debes aplicarte un limpiador adecuado para tu tipo de cutis dos veces al día para que la piel se libere de las impurezas y de las toxinas. Al finalizar aplica una crema o un bálsamo que hidrate, suavice y cierre tus poros.

Para iluminar será imprescindible que, al menos una vez por semana, complementes tu ritual de limpieza con una mascarilla exfoliante o de arcilla que se encargará de liberar tu piel de las células muertas, lo que permitirá darle más brillo y naturalidad. Ya para equilibrar, aplícate un aroma equilibrante después de tu crema o bálsamo habitual. Los aromas de aceites esenciales no sólo te ayudarán a eliminar toxinas y a tonificar tu epidermis, sino que optimizarán tus tratamientos diarios.