Sin embargo, la investigación avanza, y ha dado lugar a una técnica que parte de la mesoterapia, pero que tiene la ventaja de que no hay que utilizar las agujas. Esta técnica es la cosmesoterapia, que persigue los mismos objetivos que la mesoterapia, pero lo hace a través de productos cosméticos.

La cosmesoterapia es la primera línea de dermocosmética que deriva de la medicina estética. Esta técnica sustituye las inyecciones de la mesoterapia con productos estéticos que aportan los principios activos necesarios para que la piel rejuvenezca.

Con la aparición de esta nueva línea de productos cosméticos, se hacen accesibles a un gran número de mujeres los beneficios de la mesoterapia, que hasta este momento estaba reservada a una minoría de personas que necesitaban una atención regular e ingresar en clínicas estéticas para estar bajo la supervisión de un médico mientras seguían el tratamiento.

Este tratamiento ha sido lanzado al mercado por el laboratorio parisino Filorga que representa a la primera línea de dermocosmética procedente de la medicina estética.

Al igual que la mesoterapia, aporta vitaminas, minerales y aminoácidos que combaten los signos del envejecimiento, aunque sin inyecciones. Por otra parte, también contiene un complejo compuesto de ácido hialurónico, que es el responsable de hidratar y regenerar los tejidos.

Quizá la mayor ventaja de esta técnica es que se basa en la reacción natural de la piel, ya que aporta los elementos esenciales para que sea la propia piel la que se regenere. Por esta razón, obtendremos resultados en tres semanas.

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