Eliminar los capilares rotos del rostro


Uno de los problemas que nos impiden disfrutar de una piel del rostro homogénea y libre de imperfecciones es la cuperosis, grupos de pequeños capilares que son claramente visibles en la piel de la cara y que pueden tener la forma de arañas o telas de arañas, y que normalmente se acumulan en zonas determinadas, principalmente en las aletas de la nariz o en las mejillas.

No existe una causa única para la formación de estos capilares rotos.
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Recetas de belleza para la cuperosis


La cuperosis o acné rosácea se produce por una alteración en los capilares de la piel, lo que ocasiona la aparición de zonas rojas con venitas dilatadas en los pómulos, nariz y mejillas. Aparte de un problema de salud, es también un problema estético, sobre todo cuando estas venas deslucen la piel del rostro. Para mejorar el aspecto de tu piel te recomendamos que pruebes los siguientes remedios de belleza:

Remedio de lechugas y uvas: Para él necesitarás dos hojas de lechuga y un puñado de uvas. Hierve la lechuga y aplícala sobre las zonas afectadas por la cuperosis para reducir la inflamación. Cuando separes la lechuga de la piel, frota las zonas rojas con la piel de las uvas. Para experimentar mejoría debes aplicarte este remedio todos los días. Si lo que quieres es prevenir la aparición de la cuperosis, basta con dos veces por semana.

Loción de agua de rosas y azahar: Esta loción está indicada sobre todo para la cuperosis que no muy marcada o que ha aparecido hace poco tiempo. Para prepararla necesitas 100 mililitros de agua de rosas y 100 mililitros de agua de azahar. Después sólo tienes que mezclar el agua de rosas y el de azahar y aplicar la loción por la mañana y por la noche en las zonas afectadas.

Aceite hidratante de hamamelis: Los ingredientes de este aceite son una cucharada sopera de hamamelis, una cucharada de postre de manzanilla y 100 mililitros de aceite de almendras dulces. En un mortero machaca las hojas de hamamelis y las de manzanilla y después colócalas en un recipiente. Añade el aceite de almendras y deja macerar la mezcla toda la noche. A la mañana siguiente calienta el aceite al baño maría durante media hora y después fíltralo. Finalmente guárdalo en un frasco de cristal opaco. Aplica esta preparación sobre las zonas con cuperosis por la mañana y por la noche.