Baños

El baño y la ducha son un momento delicado para el pecho. Es importante no utilizar agua demasiado caliente porque favorece la pérdida de firmeza, además de hacer que la piel pierda elasticidad y esté más reseca.

Dietas

Todas aquellas dietas en las que se adelgaza rápidamente son un gran enemigo porque dificultan tener un pecho firme y perfecto. Y es que se reduce de forma rápida la densidad del pecho, dificultando que la piel se adapte a los cambios de volumen del cuerpo.

Si se tiene que bajar de peso o se está en un proceso de adelgazamiento, conviene aplicar cremas reafirmantes para evitar esa pérdida de firmeza y de elasticidad de la piel.

Sol

El sol es un gran enemigo de la piel y, en el caso del pecho, no es ninguna excepción. Igualmente contribuye al deterioro de las fibras elásticas, aparte de deshidratar la dermis. Unos motivos por los que siempre es conveniente utilizar un factor de protección alto en todas las exposiciones al sol.

Deportes

Todos aquellos deportes de impacto hacen que el pecho pierda firmeza y que se descuelgue antes. Por ejemplo, entre ellos, está la equitación, el running o el baloncesto e, incluso, prácticas que se realizan en los gimnasios como step o el aerobic.

En todos estos casos es recomendable utilizar un sujetador deportivo de alta sujeción para evitar el movimiento en el pecho. También es conveniente realizar ejercicios de tonificación en el gimnasio para fortalecer toda la musculatura.

Dormir

La posición que se adopta para dormir es también muy importante. Y es que, por ejemplo, la postura de dormir boca abajo aplasta los pechos, lo que puede llevar a que se rompan las fibras y a un aumento de la flacidez. Lo mejor es dormir boca arriba.

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Las actividades

No siempre el ejercicio que se realiza en un gimnasio requiere de 60 minutos. De hecho, hay actividades que permiten ponerse en forma en menos de una hora como es el caso de las clases dirigidas, que pueden tener una duración de entre media hora y 45 minutos. Un tiempo en el que los ejercicios suelen ser intensivos para que sean realmente efectivos.

Dentro de las clases que son más cortas de duración, están las de abdominales, cuyo tiempo oscila entre los 15 y los 30 minutos, período en el que se trabaja, sobre todo, el abdomen.

Otra de las clases más efectivas es la denominada HITT (High Intensity Interval Training), que tiene una duración de unos 30 minutos, aunque puede llegar hasta los 45 minutos. La clave está en que durante ese tiempo se realizan una serie de ejercicios de alta intensidad entre los que se produce un período de recuperación de más baja intensidad.

También entre 30 y 45 minutos duran las clases de GAP, es decir, aquellas que se centran en trabajar los glúteos, abdominales y piernas, que son de las zonas más conflictivas para la mayoría de las mujeres. Durante el tiempo de entrenamiento se realizan ejercicios específicos para estas zonas del cuerpo, que se repiten muchas veces.

Igualmente, está el TRX, que suele tener la misma duración que el GAP, aunque en este caso se trata de una clase de tonificación de todas las partes del cuerpo para lo que se emplea el propio peso corporal.

Y, al final por duración, aunque no por ello menos importante, está el spinning. Durante los 45 minutos de la clase se pedalea al ritmo de la música con diversas cadencias y resistencias, quemando calorías, pero también trabajando sobre todo las piernas, aparte de contribuir a reducir el nivel de grasa del abdomen.

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El decálogo

En primer lugar, se sitúa el esquí intenso, ya que se pueden llegar a quemar hasta alrededor de 1.000 calorías a la hora. Eso sí, se debe esquiar a buen ritmo para conseguir este efecto. La ventaja es que ahora es invierno y las pistas están llenas de nieve.

En segundo lugar se encuentra el remo. Una actividad con la que se queman unas 800 calorías a la hora. Este ejercicio se puede hacer tanto en el agua como en la máquina del gimnasio, siendo idóneo para aquellos que no tienen ríos o lagos cerca para su práctica.

El running, el deporte que últimamente está tan de moda, se coloca en la tercera posición puesto que es posible quemar unas 750 calorías a la hora. No obstante, no hay que olvidarse de practicarlo adecuadamente para que no se resientan las articulaciones.

Dentro de las actividades que se realizan en un gimnasio se encuentra el Body Attack, que se coloca en la cuarta posición por su poder quemagrasas: en concreto unas 600 calorías, aunque hay que tener en cuenta que esta cifra se consigue durante una hora de ejercicio. A veces, en los centros deportivos, las clases son de 45 minutos.

Y quemar calorías mientras uno se divierte es posible gracias al Zumba, que también se ha puesto muy de moda en los últimos años por su combinación de bailes latinos, hip hop y danza del vientre. En una clase se llegan a quemar alrededor de 500 calorías.

Las clases de spining, también conocidas como cyclo indoor, son otra buena opción para quemar la grasa. En una hora, se queman unas 490 calorías. Algo menos, en torno a las 450 calorías, se logran quemar en una clase de Body Combat por su combinación de fuerza y resistencia.

Unas calorías que aproximadamente también se queman con otras actividades como el tenis, deporte con el que se puede decir adiós a 450 calorías por sesión. Un poco menos, unas 425 calorías, son las que se queman con la natación si se practica durante una hora.

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