Para los egipcios, los cosméticos eran verdaderamente importantes. No es raro que los arqueólogos encontraran pequeñas macetas de barro que utilizaban para maquillarse, incluso en las tumbas más humildes. Sí, la belleza era muy importante para los egipcios, por lo que el maquillaje, también lo era. Algunos de sus rituales de embellecimiento también les ayudaban a protegerse de la intemperie, así podían repeler insectos o protegerse de los ardientes rayos del sol.

Muchas veces, la aplicación de maquillaje también servía como ritual para honrar a sus dioses o diosas. Probablemente el aspecto más distintivo entre los antiguos egipcios era el de la pintura de los ojos. Los egipcios utilizaban pinturas negras y verdes para decorar el área de alrededor de los ojos. La pintura negra provenía de una especie de roca. El verde provenía del polvo de malaquita (un mineral de color esmeralda). Curiosamente, los científicos descubrieron más tarde que el polvo de malaquita en realidad ayudaba a protegerse los ojos de las infecciones.

Para hacer sus pinturas, los egipcios utilizaban unas paletas para colocar los minerales en polvo y luego los mezclaban hasta que conseguían su maquillaje. Los investigadores creen que utilizaban ungüentos a partir de grasa animal. Posteriormente se aplicaban la pintura utilizando un dedo o un aplicador personalizado, por lo general un palito de hueso o madera.

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