Lavado

Los cuidados de las manos pasan por lavarse bien. Para ello, es conveniente hacerlo con agua caliente y con los jabones sin detergente. Es decir, los conocidos como “jabón sin jabón”, que se caracterizan por no provenir de grasas ni aceites y que tiene un pH más parecido al de la piel. Además, su uso continuado no daña las manos.

Crema

Las manos, al igual que el resto de partes del cuerpo, también precisan de crema. Las mejores opciones son las hidratantes o emolientes, que deben aplicarse varias veces al día para que las manos estén en perfecto estado.

La clave está en que las cremas hidratantes aportan agua y devuelven la humedad a la piel. Por su parte, las emolientes aportan un plus de hidratación al estar formadas por otros componentes que hidratan mucho más y restauran la barrera lipídica.

Esta última textura está más recomendada cuando hay alguna enfermedad de base que hace que la piel esté más seca como, por ejemplo, la dermatitis atópica, los ezcemas o psoriasis, entre otras.

Gel hidroalcohólico

Con la covid-19, hemos tenido que introducir el gel hidroalcohólico en el día a día. La clave para que no dañe la piel de las manos por su uso continuado ante la necesidad de desinfectarse está en que se aplica primero este gel y luego se deja pasar un tiempo hasta que se evapore.

Luego, se puede poner una capa de crema. Y, si las manos van a estar expuestas al sol, es importante que esta crema tenga filtros solares. La radiación solar con el gel hidroalcohólico favorece la inflamación cutánea.

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