Para evitar esto, lo mejor es utilizar una serie de mascarillas que nos ayuden a eliminar o reducir el nivel de grasa del cabello, manteniéndolo sano por más tiempo y cuidando la salud del mismo. Aquí te presentamos algunas que te resultarán muy útiles:

– Mascarilla de arcilla blanca: Es muy sencilla de preparar, ya que sólo necesitas mezclar tres cucharadas de arcilla blanca con un poco de agua tibia hasta lograr una consistencia pastosa. A continuación, aplícala sobre el cuero cabelludo, dejándola actuar durante diez minutos para terminar aclarándote el cabello con abundante agua tibia.

– Mascarilla de huevo: Mezcla un huevo y 50 gramos de yogur natural hasta formar una pasta homogénea y, después de lavarte el pelo, aplícate la mascarilla sobre el cuero cabelludo. Pasados 30 minutos, aclárate con agua tibia.

– Mascarilla de aloe vera: Para prepararla necesitas hojas de romero, hojas de salvia, dos cucharadas de aceite de almendras y una cucharada de aloe vera. En un recipiente mezcla las hojas de salvia y romero y el aceite de almendras. Guárdalo en una botella y deja reposar la mezcla durante tres semanas. Pasado este tiempo, cuela la preparación y añade el aloe vera. Ya sólo te queda aplicar la mascarilla y dejarla actuar sobre el cuero cabelludo durante quince minutos para terminar aclarándote bien el cabello.

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– Acondicionador de miel: Para prepararlo necesitas tres cucharaditas de agua tibia, un huevo, dos cucharaditas de jugo de limón, un cucharadita de miel y un sobrecito de gelatina sin sabor. Comienza mezclando la miel, la gelatina y el agua tibia y revolverlo hasta que la gelatina se haya disuelto del todo. El siguiente paso es añadir el limón y el huevo y mezclarlo todo bien hasta que tengas una pasta que habrá adquirido una consistencia parecida a un soufflé. Cuando la tengas, aplícalo sobre el cabello, déjalo reposar durante cinco minutos y para terminar aclárate bien.

– Acondicionador de manzanilla: Necesitarás medio litro de agua, una cucharada de salvia, una cucharada de flores de manzanilla, una cucharada de eucalipto, el zumo de un limón y unas gotas de aceite de árbol de té. Mezcla el agua, la manzanilla, el eucalipto y la savia y hiérvelo durante un cuarto de hora. Retíralo del fuego y déjalo reposar durante cinco minutos más y cuélalo. Al líquido que has obtenido añádele el aceite de árbol de té y el zumo de un limón. Aplícalo sobre el cuero cabelludo con un suave masaje, de forma que se distribuya uniformemente penetrando bien en todo el cabello. Déjalo reposar durante cinco minutos y aclárate con abundante agua.

Este acondicionador es perfecto si tenemos el cabello débil, fino o quebradizo, porque los nutrientes que le aporta el árbol de té ayudan a fortalecerlo.

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