Consejos

Lo primero que hay que hacer es ponerse bien la mascarilla para que quede lo más ajustada posible con el fin de evitar que se mueva y, en consecuencia, se produzca el roce.

Además, también es de utilidad aplicar un poco de vaselina, bálsamo o crema de protección en las zonas en las que se apoya la mascarilla, sobre todo, si se lleva muchas horas seguidas.

Por supuesto, en estos casos, es necesario extremar las condiciones de limpieza de la cara. Para ello, se recomienda lavar el rostro todos los días con agua micelar, leche limpiadora suave o bien un limpiador syndex, es decir, que tenga un Ph similar al de la piel.

Igualmente, al llevar a casa, es muy útil lavarse la cara tras quitarse la mascarilla. Y tampoco hay que olvidarse de la exfoliación para retirar las células muertas de la piel y evitar los focos de infección.

La hidratación es clave en estos casos, siendo preciso aportar un extra. Un buen truco es aplicar la crema hidratante 15 minutos antes de ponerse la mascarilla para que se absorba bien.

En estos días, es conveniente usar cosmética postmascarilla. Son todos aquellos cosméticos que alivian la piel y que se caracterizan por incorporar en su composición plantas calmantes antirrojeces, prebióticos que refuerzan la flora cutánea o la manteca de karité, entre otros.

Y, ¿qué sucede con los labios? Es habitual que en esta zona se sequen más o se agrieten. Para evitarlo, hay que hidratarlos muy bien con la crema labial o un pintalabios hidratante.

Maquillaje

Las personas que se maquillan y tienen que llevar la mascarilla también tienen soluciones. Aparte de los consejos anteriores, hay que tener en cuenta que se debe optar por un maquillaje hidratante muy ligero, aunque siempre lo mejor es prescindir del maquillaje.

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