Sólo con caminar por la orilla podrás inhalar la bruma del mar, que tiene un alto contenido en iodo y en iones negativos, lo que te ayudará a estimular las defensas del organismo. Por otra parte seguramente ya conoces el efecto relajante que ejerce el mar sobre el sistema nervioso. No hay nada como sentarse ante el mar, respirar la brisa y escuchar su suave murmullo para conseguir una relajación casi total, a lo que contribuye el alto contenido en magnesio del agua marina.

En cuanto a nuestra piel, el mar ejerce una acción desintoxicante sobre ella, purificándola, lo que hará que logremos una piel más brillante y saludable por el simple hecho de disfrutar de un baño de mar. También nos ayudará a reequilibrar el pH de la piel y oxigenarla y nutrirla, ayudando así a retrasar el envejecimiento cutáneo. El alto contenido en minerales del agua del mar ayuda a mineralizar nuestra piel, aportándola nutrientes que contribuyen a su belleza.

También es muy beneficiosa si sufres ciertas enfermedades cutáneas como la psoriasis, ya que el baño de mar, acompañado del baño del sol te ayudará en gran medida a mejorar el aspecto de las lesiones que causa esta enfermedad. Si sufres acné o tienes granitos en la piel, el agua del mar, por su función limpiadora, te ayudará a eliminar toxinas y células muertas que harán que el problema disminuya o desaparezca.

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