Micropigmentación en el rostro


Como os comentábamos con anterioridad, los procesos más habituales que se realizan de micropigmentación en el rostro son: el denominado Eyeliner, las cejas y la perfilación de los labios. Hoy os vamos a hablar de estas tres zonas en concreto.

Eyeliner

Normalmente, siempre que nos maquillamos utilizamos el denominado Eyeliner, para así conseguir un efecto mucho más bonito en nuestros ojos. Pero este proceso puede plantear una serie de problemas a bastante gente, como por ejemplo el de gente que se cansa de realizar todos los días la misma rutina o incluso hay personas a las que no se les da muy bien pintarse y terminan incluso manchándose. Pues bien, una solución es la micropigmentación de la zona. Eyeliner permite aplicarse en muchos estilos y colores. La mejor es la aplicación de una forma suave para conseguir así un aspecto muy natural.

Cejas

Las cejas enmarcan la cara. El maquillaje permanente de la zona permite reconstruir y dar forma a la ceja. Es perfecta para disimular cicatrices y aporta carácter a la cara. El proceso de la simulación del pelo de la ceja se realiza en las zonas donde las cejas son más delgadas o donde incluso el pelo ha desaparecido. El efecto conseguido debe ser muy natural.

Labios

Con la micropigmentación, podremos corregir la asimetría de la línea de los labios y añadir una mayor definición de los mismos. La línea aplicada debe ser muy suave y ligera para conseguir el aspecto más natural posible, aunque hay personas que prefieren que el aspecto final de la perfilación sea más agresivo utilizando un color más oscuro que el natural.

Micropigmentación


Existen diferentes procedimientos cosméticos permanentes que podemos realizarnos en diferentes partes de rostro. Los más habituales son los que se realizan en las cejas, el denominado Eyeliner, y la perfilación de labios.La técnica utilizada se denomina micropigmentación y aproximadamente tiene una duración de entre 1-2 horas dependiendo de la zona.

La técnica se basa en la aplicación de los pigmentos de color bajo primera capa de la piel. Para realizar el proceso se utilizan diferentes utensilios, que pueden recordarnos a los de tatuar. Las agujas penetran unos pocos milímetros en la epidermis a una velocidad rapidísima. El proceso genera una pequeña molestia (que será menor cuando se proceda a la anestesia de la zona) y un enrojecimiento de la zona además de una leve hinchazón que después de unas horas vuelve a la normalidad. La zona más dolorosa suelen ser los labios, aunque depende de cada persona.


Una vez que el tratamiento se completa, el área tratada se quedará bastante oscura (como amoratada). Esto es normal y este color durará aproximadamente entre los 3-6 primeros días, que es cuando el pigmento comienza a dar el color a la piel. Durante estos días evitaremos el uso de cosméticos para minimizar el riesgo de infecciones. También evitaremos la exposición al sol al menos durante dos tres semanas, ya que puede hacer desaparecer la pigmentación.

Después del primer mes se aconseja hacerse un retoque. Esto nos asegurará resultados más duraderos. La pigmentación durará 2 años aproximadamente, aunque puede variar dependiendo del mantenimiento de cada persona (exposición al sol, hidratación de la zona, etc.)