Consejos

Lo primero y principal es abandonar la exfoliación de la piel durante una temporada hasta que la piel se recupere, ya que hacer una exfoliación es totalmente contraproducente en estas situaciones.

Además, es muy importante que tampoco, por más que moleste, rascarse ni quitarse las pieles pensando que así se va a solucionar antes la situación o que se va a notar menos. Todo lo contrario, se pueden causar problemas mayores si se opta por ir quitando la piel. Que quede claro: se tiene que ir cayendo por sí misma. Y es que esos pellejos protegen la zona de debajo y si los quitas puedes generarte alguna infección o problemas mayores. Si la zona es muy amplia o te pelas mucho, tienes que acudir al médico para que te recete un tratamiento adecuado.

Lo mejor para la piel, tanto para después de tomar el sol como si te quemas o pelas, es aplicar sobre la zona el aloe vera porque tiene propiedades regenerantes y también alivia mucho todas las molestias. Siempre que sea posible hay que utilizarlo con frecuencia tanto aplicando un gel o crema como durante la ducha, ya que hay geles de baño que también incorporan aloe vera.

Hablando precisamente de la ducha, es importante que esos días no se tome con agua caliente, tiene que ser templada más bien tirando a fría. Por supuesto, la zona tiene que secarse con mucho cuidado y nunca tirar de la piel o frotar con la toalla porque sólo se consigue irritar más la zona.

Y, por supuesto, olvídate del sol por el momento y toma conciencia de que hay que protegerse del sol y cuidarse la piel adecuadamente. La piel tiene memoria y con el paso del tiempo puedes tener problemas cutáneos importantes.

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