El verano está para disfrutarlo. Eso de quedarse en casa no es un buen plan, y menos si hay niños en la familia. Lo ideal es salir a la calle a disfrutar, y si hay planes de playa o montaña todavía mejor. No hay nada como estar en contacto con la naturaleza.

El único problema con el que te puedes encontrar tiene que ver con tu piel. Las picaduras de mosquito y las de otros insectos, la urticaria, las quemaduras superficiales o solares y los sarpullidos pueden fastidiarte las vacaciones.

Alivio inmediato

Por suerte, Fenistil Gel acude al rescate para aliviar la zona afectada de forma rápida y duradera. Se trata de un tratamiento antihistamínico tópico muy eficaz por su efecto calmante y refrescante. Penetra rápidamente en la piel, no contiene alcohol, fragancias ni colorantes y es apto tanto para adultos como para niños. No es graso, no mancha la ropa y se debe aplicar entre 2 y 4 veces al día en la zona afectada (nunca hay que exceder esa dosis).

Las causas del picor cutáneo

La irritación cutánea se puede dar por varios motivos como los que he citado anteriormente, a los que podemos sumar las reacciones alérgicas a diversos tejidos como la lana, los factores alimenticios y dietéticos, las enfermedades cutáneas como la dermatitis, la alergia a la piel de los animales, los agentes contaminantes como los gases de escape, los alérgenos naturales como el polen, la varicela o las condiciones climáticas.

El picor puede afectar a todo el cuerpo o a una zona en concreto. Puede ser un picor ligero o muy molesto, hasta el punto de tener problemas para trabajar o conciliar el sueño. Afortunadamente, el que está provocado por picaduras o alergia al pelo de animales suele desaparecer en cuestión de horas o días empleando un tratamiento antihistamínico como el que nos propone Fenistil. Haciendo clic en este enlace encontrarás más información sobre el producto y muy buenos consejos contra las picaduras de mosquito y otros insectos.

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Cuanto más clara es nuestra piel, más resaltan los granitos, venitas y otras imperfecciones, por lo que deberemos elegir una base de maquillaje fluida, medio tono más clara que nuestro color de piel. Una vez aplicada, podemos aplicar un corrector o un antiojeras verde o amarillo en pequeños toques y siempre en capas finitas, para poder difuminarlo bien y que pase totalmente desapercibido.

En cuanto a los ojos, los colores a elegir dependerán mucho de tu color de cabello. Si eres rubia, puedes optar por los colores fríos, como el rosa azulado, malva o gris. Si eres morena, decántate por los tonos cálidos, como el ciruela, el marrón claro. En cualquier caso, los lila, beige, burdeos y los tonos pastel serán siempre una elección acertada.

Para delinear los ojos olvídate del negro, ya que endurecerá excesivamente tu mirada. Elige eye-liners marrones o grises para resaltar tus ojos.

Resaltar las mejillas sin excederse también es muy importante. Para ello elige siempre tonos suaves, especialmente los coloretes nacarados. Para el día los rosados son perfectos y, por la noche, puedes intensificar un poco el maquillaje gracias a los tonos cereza.

No nos podemos olvidar de los labios, para los cuales debemos elegir colores suaves, como rosados, malvas, con lo que darás un toque romántico a tu maquillaje. Para la noche no dudes en utilizar el fucsia o un rojo suave. El rojo intenso endurecerá mucho tus rasgos.

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