– Si tienes el tobillo o la pierna ancha, no utilices aquellas que se cierran con una tira alrededor del tobillo, ya que harán que tus tobillos y tus piernas se vean más gruesas. Lo mejor es que dejen un poco de empeine al aire, preferiblemente en forma de cuña o pico o que las ates con una lazada más alto de tobillo, lo cual estilizará tus piernas, evitando siempre las sandalias terminadas en puntas muy redondeadas.

– Si tu pie es grande y tienes las piernas largas, la moda está de tu lado, ya que te sentarán a la perfección aquellas tipo romano o las que se atan con correas en el tobillo. No debes utilizar las de tiras pequeñas o que tengan el empeine en forma de “V”, ya que harán que tu pie se vea más grande.

– Si eres bajita, no dudes en ponerle un poco de tacón a tu sandalia, aunque evita aquellas que tienen la punta redondeada, ya que te harán ver más bajita.

Sea cual sea tu tipo de pie, es importante que elijas cuidadosamente la sandalia según el uso que le vas a dar. Si vas a utilizarla para ir a la oficina o realizar tus tareas diarias, es más importante la comodidad que el modelo. Si vas a utilizarlas para la noche, puedes utilizar un modelo más sofisticado.

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