Cremas con veneno de serpiente


Según parece, el veneno de la serpiente Tropidolaemus Wagleri tiene un efecto semejante al botox, porque reduce y detiene la formación de arrugas. Esto se debe a que el veneno de esta vívora oirhunda del Templo de Malasia contiene ciertos aminoácidos que bloquean las señales nerviosas y contraen los músculos, con lo cual se tensa y se congela la piel, eliminando así la arrugas en un efecto muy parecido al producido por la toxina butulínica contenida en el botox. Es por ello que este veneno se ha comenzado a utilizar en la industria cosmética.

Si te da reparo la idea de tratarte el rostro con una crea que contenga veneno de serpiente, debes saber que los productos cosméticos que dicen contener contener veneno de serpiente no lo tienen realmente, sino que cuentan en su formulación con un principio activo denominado Syn®-Ake, que está basado en tres aminoácidos que tienen mismo efecto que el veneno de esta vívora. En otras palabras, lo que los científicos han hecho en sus laboratorios ha sido sintentizas el veneno de este animal e introducirlo en productos de belleza. Como resultado de ello, las cremas con Syn®-Ake bloquean la comunicación neuromuscular de la misma forma que el botox, aunque en menor proporción. Lo que se logra es reducir y relajar las contracciones del músculo facial dejando la piel más tersa y lisa.

Los productos que contienen dicho ingreidente no son todos iguales, ya que cada uno potencia la acción de los aminoácidos añadiendo a la fórmula distintos elementos que ayudan a mantener la tersura de nuestra piel como el ácido hialurónico, el aloe vera, la acmella oleracea, el hierro o el calcio. Las cremas y otros productos presentes en el mercado no son sólo para el rostro, sino que también las puedes utilizar en manos, escote y cuello.