A finales de los años ochenta se hizo muy popular la tendencia a maquillarse los ojos de color púrpura. No tenemos más que echar un vistazo a las fotos de aquella época para darnos cuenta de ello. Si te gustaba esa moda estás de enhorabuena, porque la tendencia ha vuelto. Y aunque el tono púrpura tiende a resaltar demasiado nuestros rasgos, tanto los más como los menos favorecedores, si seguimos unos pequeños consejos podremos estar guapas y a la moda utilizando este color que, sin duda, hará que no pasemos desapercibidas.
Lo primero que debes hacer es no utilizar un eyeliner púrpura, ya que en ese caso el maquillaje de tus ojos quedaría demasiado recargado. Utiliza otros tonos, oscuros o claros, que vayan bien con el violeta, para lograr una mirada llena de matices y colores. Es un buen momento para dar rienda suelta a tu creatividad.
En cuento a las sombras, vas a necesitar varias sombras con varias gamas de esta tonalidad. Para comenzar, con la sombra más oscura traza una línea sobre los párpados superior e inferior, sobre las pestañas, delineando con cuidado. Utiliza la sombra más clara para aplicarla como base en el párpado superior.
Si quieres una mirada más vibrante e intensa, sin dudarlo una máscara de pestañas negras será tu mejor elección para cargar tu mirada de intensidad. Para aplicarla debes colocar el cepillo horizontalmente en el nacimiento de las pestañas y moverlo suavemente en zigzag para separarlas. En un paso siguiente desplaza el cepillo del rimel hacia las puntas de las pestañas, para definirlas totalmente.
Una vez que hayas terminado de maquillar tus ojos, debes tener en cuenta que para el resto del rostro debes utilizar tonos suaves y neutros, para que la intensidad de los colores no sea excesiva, ya que con el color púrpura es muy fácil hacer que el maquillaje quede demasiado recargado.