Texturas de los protectores solares


Para proteger nuestra piel del sol y evitar la aparición de manchas y el envejecimiento prematuro debemos aplicarnos un protector solar como parte de nuestra rutina diaria de belleza. Dependiendo de nuestro tipo de piel, elegiremos cuál es el nivel del protector que necesitamos, que será más alto cuanto más clara sea nuestra piel.

Una vez elegido, deberemos decidir cuál de las diferentes texturas que existen en el mercado se adapta mejor tanto a las características de nuestra piel como a nuestras preferencias. Para que puedas elegir, te mostramos las texturas que puedes encontrar en estos productos:

Crema: Es la más densa, pero a la vez la más hidratante, por lo que es muy aconsejable para las pieles secas. Si tienes la piel grasa, este tipo de protector solar no te conviene, al igual que si tienes el cutis graso.

Leche solar: Suavizan y refrescan tu piel. Tienen la ventaja de que se absorben rápidamente porque su formulación en rica en aceite o agua y no te dejan una sensación pegajosa cuando las aplican. Son aconsejables para las pieles normales.

Gel: Los geles protectores se elaboran con base en un líquido al que se le añaden sustancias hidratantes y fotoprotectoras, lo que hace que no contengan grasas y emulsionantes. Esto los hace muy refrescantes e ideales para las pieles mixtas, grasas o con tendencia al acné.

Spray: Lo mejor si vas a pasar todo el día bajo el sol, ya que su aplicador con vaporizador te proporcionará frescura. Es ideal para las pieles sensibles y grasas.

Aceites secos: Se aplican fácilmente, pero suelen tener un factor de protección bajo.

Bálsamo: Al aplicarlos dejan una capa blanquecina, por lo que se recomiendan para zonas que necesitas una protección extra, como lunares.

Mousse: Utilízalos si tu piel es sensible o tiene tendencia a enrojecerse.

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