A partir de los cuarenta años nuestra piel comienza a presentar problemas específicos como líneas de expresión y otros problemas cutáneos. Afortunadamente para nosotras, hoy día la ciencia estética ha avanzado mucho, de manera que, para cada problema, existe una solución. Por ello te presentamos cuáles son los tratamientos que existen para cada problemática de nuestra piel:
Pérdida de luminosidad. Con el paso del tiempo disminuye la producción de estrógenos, lo que hace que nuestra piel pierda luz y tersura. Si quieres evitarlo y devolver a tu piel la luminosidad de la juventud, debes aplicarte cremas que contengan ceramidas y ácido hialurónico.
Cambios en la textura de la piel. Poco a poco nuestra piel comienza a volverse más fina y a perder elasticidad. Por ello debes aplicarte cremas que contengan silicio, un sustitutivo de esta sustancia que te ayudará a recuperar la firmeza de la piel del rostro.
Manchas. A partir de los cuarenta nos aparecen manchas, debido a la acumulación de la exposición solar. El mejor método para eliminarlas es realizarnos un peeling con retinol y ácido mandélico.
Líneas de expresión y arrugas. Van apareciendo sobre todo en los ojos, la frente y los surcos nasolabiales y se deben a la pérdida de colágeno. El tratamiento ideal para hacerlas desaparecer es el velo de colágeno.
Poros visibles. Para combatirlos debemos realizar tratamientos a base de arcilla y aplicar lociones tónicas específicas para cada tipo de piel
Desigualdades en la pigmentación de la piel. Se debe a la disminución de la producción de melanina. Los mejores tratamientos son aquellos a base de vitamina C, ácido glicólico y las cremas que contengan retinol.
Sequedad y tirantez de la piel. Poco a poco nuestra piel va perdiendo agua. Para recuperarla es necesario aplicar un tratamiento hidratante rico en urea y aminoácidos.