Exfoliación

Dentro de los tratamientos de acción intensiva, está la exfoliación que, igualmente, puede hacerse en las manos. Con este tipo de productos se atenúan las manchas y se mejora el proceso de regeneración celular al retirarse las células muertas de la superficie.

Esto tiene también la ventaja de que penetrarán mejor el resto de productos de cuidado de las manos al eliminarse todas esas células muertas que conforman como una barrera en la dermis.

Mascarillas

Las mascarillas no solo son faciales o corporales. También las hay para las manos y son una buena opción. De hecho, conviene realizar una o dos por semana porque se mejora la apariencia de la piel notablemente.

El beneficio de las mascarillas es que ayudan a regenerar la piel, además de mejorar la tersura de la dermis y atenuar las manchas. Existen con diferentes formatos, incluso, como unos guantes, siendo muy fáciles de utilizar.

Remedios caseros

Aparte de estos productos, aún hay más tratamientos de acción intensiva para hacer en casa. Por ejemplo, se puede emplear aceite vegetal para embadurnar las manos, ya que tiene una gran acción regeneradora.

Otra alternativa es el aceite de caléndula que, por ejemplo, es ideal para despigmentar. Una cualidad que igualmente se encuentra en el aceite de rosa mosqueta. Pero también son buenas soluciones para aquellas situaciones en las que las manos se noten secas o agrietadas.

Todos estos productos pueden aplicarse sobre la piel, siendo necesario después poner unos guantes y dejar que actúe la loción durante unos 30 minutos.

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Exfoliación

La piel del cuerpo también se exfolia. Hoy en día, hay varias opciones, siendo posible hacer este ritual en la ducha tras humedecer la piel un poco para aplicar la exfoliante después, o bien en seco con las manoplas de rizo o cepillos exfoliantes de cerdas naturales con los que se masajea toda la piel del cuerpo para retirar las células muertas. Un proceso que ayuda a dejarla más sedosa y que es conveniente realizar al menos una o dos veces al mes.

Baño

El baño o ducha es un momento que debe realizarse con cuidado porque puede dañar la piel. La temperatura es una de las claves, procurando que el agua no supere los 36 grados centígrados con el fin de que no se reseque y se facilite una vasodilatación de los capilares que favorezca la entrada de los nutrientes. Es importante no superar nunca los 38 grados centígrados.

En el baño, es conveniente utilizar sales o jabones que hagan espuma, así como aceites esenciales que hidraten, sean antiedad, regeneren… Aunque estar en la bañera sea placentero, nunca es bueno estar dentro del agua más de 15 minutos.

La ducha o el baño es el momento idóneo para pasar un rodillo y movilizar grasas con el fin de acabar con la celulitis o bien retardar su aparición. Igualmente, se deben suavizar las durezas que se tengan, por ejemplo, en pies y codos, aparte de aplicar mascarillas en el escote o zonas en las que la piel es más sensible.

Este proceso lo puedes hacer una vez a la semana. Y, ¿qué consejos se pueden seguir a diario? En la ducha rápida, lo mejor es utilizar un gel de baño que sea cremoso y que restaure el pH de la piel.

Tras el baño

Tras la ducha o el baño, hay que hidratar bien la piel. Una buena opción son los aceites vegetales –los hay en seco si no se quiere un tacto graso-, que se extienden con la dermis ligeramente húmeda.

Otra alternativa es la loción hidratante, incluso ya las hay en spray, cuya aplicación es muy rápida y también efectiva. De todos modos, si se tiene tiempo, siempre es mejor emplear aquellas de textura más untuosa y que contengan, por ejemplo, karité o nuez de coco.

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