Láser

La depilación con láser es una de las técnicas más empleadas en los últimos años. El último avance en este campo es el llamado láser Soprano Platinum. Su diferencia con otros es que calienta gradualmente la capa más interna de la dermis y de forma progresiva eleva la temperatura del folículo piloso.

Similar al láser es la luz pulsada intensa, que se define por su menor agresividad porque precisa menos dosis de energía. Además, es un método que se puede realizar en casa porque hay dispositivos de uso seguro que se comercializan para uso doméstico.

Suggaring

La depilación con cera también se reinventa. Lo más nuevo se llama suggaring, que es una cera de azúcar. Este método, de Oriente Medio, se caracteriza por ser menos doloroso que la cera caliente tradicional.

La técnica consiste en disolver dos tazas de azúcar en el zumo de un limón a fuego lento mientras se remueve con una cuchara de palo. Cuando hierve, se baja el fuego y se deja que espese y se dore. Luego se deja enfriar.

Esta cera se aplica sobre la piel seca o empolvada con talco. La zona se cubre con una tira de tela, se aprieta y se estira en sentido contrario al del crecimiento del vello. Luego, solo queda lavar los restos con agua e hidratar la piel.

Hilo

La técnica indio del hilo es otra de las novedades que llegan. En concreto, se trata de usar un hilo de algodón ecológico. Este método, conocido también como threading, consiste en enrollar con el hilo y atrapar el pelo y su raíz sin realizar tirón.

Guantes de silicio

Y, finalmente, hay que hablar de la depilación por fricción que se realiza con guantes de microcristales de silicio. De este modo, se pasa la manopla por la piel para hacer una exfoliación suave y eliminar las células muertas y el vello corto.

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Cuidados clave

Con la depilación, sobre todo cuando el vello se arranca, el poro de la piel se dilata por lo que para cerrarlo siempre es conveniente que evites darte una ducha o baño con agua caliente, así como entrar en la sauna, termas… Lo mejor es emplear agua fría o bien aplicar sobre la piel cubitos de hielo. No hay que olvidarse de usar solo jabón neutro en la higiene diaria.

Con el frío la piel se calmará, pero para que aún esté mejor también puedes extender una crema para pieles sensibles. Es importante que no tenga fragancias ni alcohol para no irritarla. Una buena opción son todas aquellas que se venden para ser empleadas tras la depilación o bien el aceite natural. Igualmente, las que son o incorporan aloe vera son beneficiosas porque calman y regeneran.

En el caso de que tras la depilación aparezcan puntitos rojos –suele suceder con la cera o bien con la maquinilla eléctrica-, el frío también es de ayuda, aunque puede ser necesario utilizar algún cuidado más. Por ejemplo, es bueno aplicar agua termal dando un suave masaje.

Si te has quemado, por ejemplo con la cera, es muy bueno poner aloe vera sobre la piel o bien emplear cremas específicas que tratan este problema. En el supuesto de que aparezcan tras la depilación láser o fotodepilación, las pequeñas costras se caen solas por lo que solo se tiene que hidratar muy bien la piel.

Sol

Y, por supuesto, no te olvides de no exponer la piel directamente al sol tras depilarte porque está mucho más sensible. Si no queda más remedio, aplica crema protectora con pantalla total.

Enquistados

A veces puede suceder que el pelo se enquista. En estos casos, lo mejor que se puede hacer es poner dentífrico o bien aplicar un poco de alcohol de 90 grados con una gasa o compresa y esperar hasta que salga. Si ves que hay pus, es conveniente emplear un antiséptico o crema antibiótica. No obstante, si hay mucha cantidad, se debe acudir al médico.

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Eliminar el vello

La depilación definitiva se realiza a través de varias sesiones, ya que no se elimina el vello de una sola vez. El motivo no es otro que no todo el pelo que se va a quitar se encuentra en la misma fase de crecimiento por lo que hay algunos de ellos que volverán a crecer. Y, ¿cuántas veces hay que repetir el proceso? La respuesta depende de cada caso y del tipo de vello que se tenga.

Precisamente, a la hora de optar por este tipo de depilación, es conveniente saber que no sirve para todo tipo de pelo. Por ejemplo, no es un método efectivo cuando el vello es rubio o blanco o bien pelirrojo porque no hay melanina y, en consecuencia, no puede eliminarse por esta vía.

Efectos secundarios y precauciones

Al realizar las sesiones, también hay que tener en cuenta que habitualmente se producen una serie de molestias leves, puesto que se notan algunos pinchazos o bien una ligera quemazón. No obstante, es posible emplear anestesia, lo que es recomendable sobre todo cuando se tiene la piel sensible.

Las sesiones están contraindicadas cuando la piel está morena o bronceada, así como durante todo el embarazo. Tampoco es aconsejable optar por la depilación definitiva cuando se toman fármacos fotosensibles o se va a estar expuesta al sol. Y, nunca es recomendable, cuando existen problemas de salud como fiebre, infecciones o problemas en la piel.

La depilación definitiva puede tener algunos efectos secundarios como un ligero enrojecimiento de la piel por lo que se aconseja emplear una crema con efecto calmante los días posteriores a la sesión. Y, sobre todo, entre una y otra no hay que utilizar métodos de depilación que arranquen el vello de raíz. Sí se permite emplear la cuchilla.

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Cera natural

En muchas tiendas especializadas venden diferentes tipos de cera según la zona que se quiere depilar o bien si se tiene una piel más o menos sensible. A estas opciones ahora se puede sumar una más: la cera natural. Y es que, aunque parezca increíble, sí es posible elaborarla en casa con productos que seguro que tienes a mano.

En primer lugar, vamos con los ingredientes. Tan solo se precisa una cucharada de azúcar, además de otra de miel. A todo ello, se añaden las gotas de un limón y una crema corporal que utilices, mejor que no tenga olor y que simplemente sea hidratante.

Una vez ya se tienen todos los elementos, ahora toca comenzar la preparación, que es muy sencilla. De este modo, se tienen que coger todos los ingredientes y mezclarlos bien en un recipiente hasta que se haga una masa, como si fuera una pasta.

El siguiente paso es introducirla en el microondas para que se caliente durante uno o dos minutos. Después, hay que esperar a que se enfríe y espese bien toda la mezcla. Tras este proceso, ya está lista para comenzar la depilación. Para ello, solo se tiene que aplicar como si fuera una banda depilatoria, debiendo retirarla de un tirón como si fuera cera convencional. Y ya estás depilada. Así de fácil.

Además, esta mezcla tiene la ventaja de que puede ser utilizada con todo tipo de pieles, incluso las sensibles, con la única excepción de aquellas que tengan alguna afección dérmica.

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Las claves

Lo primero que hay que tener en cuenta es que las sesiones de depilación láser no pueden hacerse cuando la persona está morena. Además tampoco se puede tomar el sol mientras se está siguiendo el tratamiento, que suele prolongarse durante varias semanas e, incluso meses, según los casos. Un motivo por el que es muy importante tener que planificar la fecha en la que se va a comenzar y también en la que se finalizará para que no interfiera con la exposición solar.

Otra de las claves a valorar antes de tomar la decisión es saber si realmente este método de depilación es favorable en función del tipo de vello que se tenga porque no con todos se obtiene el mismo resultado. De hecho, la depilación láser está indicada para el que es más grueso y oscuro, no consiguiendo tan buen resultado con el pelo que es fino y muy claro.

No obstante, afortunadamente, en el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de láser que pueden tratar cada vello por lo que toca consultar y recorrer unos cuantos centros antes de tomar la decisión en la que también hay que tener en cuenta el tipo de piel que tiene la persona.

Y otra pauta es la paciencia porque las sesiones, en función de la zona que vayas a depilar, pueden ser largas y se prolongan en el tiempo. Si lo que quieres es un método rápido, quizá esta no es tu mejor opción.

También hay que tener en cuenta que esta depilación duele. Para algunas mujeres es soportable, pero para otras no tanto. Todo depende de la resistencia que tenga cada uno al dolor. Sin embargo, esto tiene solución porque en los propios centros pueden recomendarte unas cremas que se aplican antes de las sesiones y que tienen como un efecto de anestesia para neutralizar la zona a depilar y que el dolor disminuya.

Finalmente, otra clave es que la zona que se depila inicialmente queda roja, pero ese color va desapareciendo en muy pocos días. Si dura más, tienes que acudir al médico porque seguramente te han quemado, te han hecho cicatrices en la piel por no haber utilizado el láser adecuadamente o existe algún otro problema. En estos casos, el doctor te pondrá un tratamiento para tratar de corregir la situación, aunque no siempre se puede acabar con todas las secuelas por lo que es muy importante ponerse en manos de profesionales.

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Rasurar el vello antes

Por Internet también circula la creencia de que después del láser no se puede tomar el sol. Esto también es falso. Sí se puede tomar si proteges la piel con factor 50. Eso sí, en el caso de que ésta esté muy enrojecida, no la expongas al sol durante dos semanas.

¿Hay que dejar que el pelo crezca entre sesión y sesión? Tampoco es cierto. Lo que no debe hacerse es depilar la piel con pinzas o cera dos semanas antes de volver a darse una sesión de láser. Pero sí se debe rasurar la zona a depilar antes de ir a una nueva sesión de láser.

En ocasiones nos preguntamos si este tipo de depilación es dolorosa. No lo es porque suelen incorporar un sistema de frío que adormece la zona a depilar, con lo que no notas nada.

El pelo vuelve a salir con el paso del tiempo. Se trata de una afirmación falsa. En el cuerpo el vello no vuelve a crecer, aunque en la cara sí que podría darse el caso siempre y cuando se produzca un estímulo hormonal.

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Hace ya algunos años que la depilación mediante láser se ha impuesto como técnica preferida por muchas mujeres, gracias a su durabilidad y a su eficacia pero ¿es el mejor tratamiento de depilación?

Depilación láser ¿sí o no?

La depilación láser tiene muchos beneficios y algunas desventajas, pero lo cierto es que es un tratamiento práctico, funcional y, pese a ser un poco caro, ofrece unos resultados inmejorables.

La depilación láser debilita el vello de tal manera que hace que crezca mucho más lento, pero no es un tratamiento definitivo, aunque sí espacia nuestras sesiones de depilación haciendo que con una o dos al año sea suficiente. Es un tratamiento muy recomendado para aquellas mujeres a quienes el vello tiende a enquistárseles.

Se recomienda sobre todo en mujeres de tez oscura y vello negro, aunque con las nuevas técnicas, puede practicarse en casi cualquier tipo de piel y vello. Hay que tener en cuenta que es un tratamiento agresivo y que debe realizarse en invierno pues la piel sometida al láser no puede exponerse al sol.

Otro de sus mayores inconvenientes es su precio que, aunque se suele amortizar, es algo elevado. Si tienes poco vello y muy clarito, te recomiendo que optes por tratamientos tradicionales, pues los resultados no serán espectaculares. Ahora bien, si tienes mucho vello, este tratamiento hará que ahorres tiempo y dinero. Eso sí, apuesta por una clínica especializada.

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Consejos de invierno

No se trata sólo de mantener las piernas perfectas para el verano siguiente, también es cuestión de tenerlas espectaculares para el frío. Puede parecer un poco paradójico pues si hace frío llevamos pantalones o falda pero con medias y es cierto pero ¿qué ocurre si viene una tendencia de medias de seda?

Las medias que dejan ver la piel están de última moda y por ello nuestras piernas tienen que estar a punto. Cómo ya vienen bronceadas del verano, lo que más necesitan es hidratación que, además de dejarlas suaves y tersas, ayudará a mantener el color.

Es aconsejable realizar una exfoliación de las piernas una vez cada mes o cada dos semanas con la ayuda de un guante de crin. Piensa que tus piernas han estado oxigenadas durante varios meses y, al encerrarlas de nuevo, la piel sufre. La exfoliación eliminará impurezas y ayudará a los poros a oxigenarse.

Depilación láser

El invierno también es una época para plantearse una depilación más duradera. Si tienes poco vello, no te hará falta pues la depilación será algo esporádico pero, si tienes el vello fuerte, grueso y abundante, el láser puede ser una alternativa.

Aunque es un tratamiento costoso y algo lento, se elimina el vello en un 90% al tiempo que se debilita. Asimismo, si tienes problemas de vellos enquistados, con el láser este problema pasará a la historia y podrás lucir unas piernas de escándalo. Eso sí, busca un centro médico de confianza.

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En la actualidad, sin embargo, la investigación ha permitido introducir nuevos tipos de láser en la depilación, lo que vuelve este método accesible a muchas más mujeres, permitiéndolas así eliminar el vello de por vida y poder olvidarse de depilarse casi para siempre.

Los láseres que podemos encontrar en la actualidad son los siguientes:

– Láser de Diodo o Lightsheer: Sin duda ha supuesto una revolución dentro de los métodos de depilación láser, pues está especialmente indicado para las mujeres con piel oscura, que antes no podían utilizarlo porque los resultados no eran efectivos. Otra de sus ventajas es que podemos utilizarlo con continuidad, sin poner en peligro nuestra piel con ello.

– Luz pulsada intensa (IPL por sus siglas en inglés): Si nuestra piel tiene un tono poco uniforme, la luz pulsada es una buena opción, ya que es posible, mediante filtros, seleccionar el espectro de luz más adecuado para la piel y el vello de la persona que recibe el tratamiento.

– Láser Alejandrita: También permite tratar fototipos más oscuros de piel, hasta el hasta fototipo IV, aunque no se aconseja utilizarlo para pieles más oscuras ni para la depilación facial. Como ventaja adicional, este láser incorpora un mecanismo refrigerante que hace que la depilación sea menos dolorosa.

– Láser de Diodo: Permite también tratar pieles oscuras (hasta fototipo V) sin causar daño en la epidermis, siempre que el vello de la paciente también sea menos oscuro. Dado que es necesario rasurar la zona antes de utilizarlo, no se aconseja en tratamientos faciales.

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No debemos tomar el sol ni broncearnos en cabinas de rayos ultravioleta al menos tres o cuatro semanas antes del tratamiento. El láser será más efectivo cuanto más blanca sea nuestra piel, ya que de ese modo el vello resaltará más y será más fácil eliminarlo.

Por ello, lo más aconsejable es someternos a este tipo de depilación en los meses de otoño o invierno o, si estamos más expuestas al sol, aplicarnos protector solar de forma que nuestra piel se broncee lo menos posible. Por esto mismo, tampoco debemos utilizar un mes antes de la sesión cremas decolorantes del vello.

Tampoco debemos eliminar el vello desde la raíz durante un mes antes del tratamiento, ya que es necesario que el vello conserve el tallo para que el láser pueda actuar. Por ello, si tenemos que depilarnos entre sesión y sesión deberemos hacerlo con maquinilla o con crema. El número de días antes que deberemos hacerlo dependerá del tipo de láser que nos vayan a aplicar.

No debemos aplicarnos cremas que contengan retinol o ácido glicólico como mínimo siete días antes de cada sesión ni exfoliarnos la piel de la zona a depilar o aplicarnos que puedan resultar agresivos, ya que, en combinación con el láser, pueden dañar nuestra piel. Además, si estamos siguiendo un tratamiento médico, especialmente si es dermatológico, debemos informar al especialista antes de someternos a la depilación.

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