Baños

El baño y la ducha son un momento delicado para el pecho. Es importante no utilizar agua demasiado caliente porque favorece la pérdida de firmeza, además de hacer que la piel pierda elasticidad y esté más reseca.

Dietas

Todas aquellas dietas en las que se adelgaza rápidamente son un gran enemigo porque dificultan tener un pecho firme y perfecto. Y es que se reduce de forma rápida la densidad del pecho, dificultando que la piel se adapte a los cambios de volumen del cuerpo.

Si se tiene que bajar de peso o se está en un proceso de adelgazamiento, conviene aplicar cremas reafirmantes para evitar esa pérdida de firmeza y de elasticidad de la piel.

Sol

El sol es un gran enemigo de la piel y, en el caso del pecho, no es ninguna excepción. Igualmente contribuye al deterioro de las fibras elásticas, aparte de deshidratar la dermis. Unos motivos por los que siempre es conveniente utilizar un factor de protección alto en todas las exposiciones al sol.

Deportes

Todos aquellos deportes de impacto hacen que el pecho pierda firmeza y que se descuelgue antes. Por ejemplo, entre ellos, está la equitación, el running o el baloncesto e, incluso, prácticas que se realizan en los gimnasios como step o el aerobic.

En todos estos casos es recomendable utilizar un sujetador deportivo de alta sujeción para evitar el movimiento en el pecho. También es conveniente realizar ejercicios de tonificación en el gimnasio para fortalecer toda la musculatura.

Dormir

La posición que se adopta para dormir es también muy importante. Y es que, por ejemplo, la postura de dormir boca abajo aplasta los pechos, lo que puede llevar a que se rompan las fibras y a un aumento de la flacidez. Lo mejor es dormir boca arriba.

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