De nada sirve que te gastes un montón de dinero en esa crema reductora tan buenísima, si después no te la aplicas como deberías, o lo haces de higos a brevas. Para conseguir los resultados deseados hay que ser constante y aplicarla bien. En un post anterior te contábamos cuáles eran las mejores cremas naturales para perder centímetros. A continuación te dejo algunos consejos para no fallar en la forma de utilizarlas.

El masaje, siempre circular

Para empezar, conviene preparar la piel adecuadamente para que reciba las cremas cosméticas de la mejor manera posible, por lo que no estará de más que te hagas un peeling corporal una vez a la semana. De esta forma los ingredientes activos de las cremas penetrarán hasta las capas más profundas de la piel. Después, y siempre que comiences a usar un nuevo producto, lee con atención las instrucciones. Parece obvio, pero muchas veces la prisa hace que nos saltemos este paso que, sin embargo, puede ser importante.

Aplica el producto solamente en la zona en la que sea necesario, realizando un masaje circular hasta su total absorción. La forma de masajear la zona es importante para lograr que penetre mejor. No hace falta que uses después crema hidratante, ya que las reductoras suelen contener agentes que hidratan la piel.

Aplícalas con constancia

Puede que sientas frío o calor en la zona tratada, o que ésta enrojezca ligeramente. No te asustes, suele ser un reflejo de la acción de las sustancias de tratamiento que llevan estas cremas. Si has leído el prospecto, seguro que lo advierte. Estas sensaciones desaparecen tras unos minutos.

En cuanto al número de veces que hay que aplicar la crema reductora, suele ser de 1 a 2 veces al día, aunque en las instrucciones debe especificarlo. Si lo haces de forma constante, verás antes los resultados.

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