Radiofrecuencia

Este tratamiento permite tensar el tejido, aparte de estimular la producción de colágeno en la piel a través de la aplicación de unas ondas con unos aparatos específicos. Así se consigue mantener la estructura de la dermis y que no aparezca flacidez, ganando a su vez en la firmeza.

Mesoterapia

La mesoterapia es otro de los tratamientos más efectivos. Realmente, no es nuevo –ya lleva muchos años que se aplica en centros de estética especializados-, pero sigue siendo uno de los más demandados y con los que se pueden conseguir buenos resultados.

Este sistema se basa en infiltrar medicamentos o productos en la piel en función de las necesidades de cada mujer. La última tendencia consiste en inyectar anhídrido carbónico para oxigenar los tejidos, lo que contribuye a mejorar el aspecto de la dermis.

Vitaminas

Los tratamientos que se centran en aportar vitaminas a la piel son igualmente efectivos para evitar la flacidez. Según las necesidades de cada persona, se puede aplicar un cóctel de vitaminas o bien centrarse en la vitamina D, que es clave para regenerar los tejidos.

Además, también es fundamental la vitamina A porque favorece la producción de colágeno y de queratina, que son vitales para mantener la estructura de la dermis.

Igualmente, la vitamina C contribuye al aumento del colágeno, favoreciendo a su vez la el aumento del nivel de hierro y selenio, que son necesarios para evitar la flacidez de la piel.

Maquillajes

Y si no se quiere hacer tratamientos o no se puede por el motivo que sea, una opción es aplicar maquillaje para piernas con el que se logra estilizar las piernas visualmente. Esto se consigue con los productos que se llaman popularmente ‘efecto media’ y que aportan color a la piel. Pero hay que tener en cuenta que este color se va fácilmente con el agua.

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