Los mejores ejercicios para unas piernas perfectas

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Celulitis, grasas acumuladas, muslos demasiado gruesos… son problemas a los que se puede poner solución con unos ejercicios específicos para las piernas, que son muy efectivos y permiten atacar todos los frentes para que estén perfectas. En el parque, en casa, en la playa o en cualquier lugar y momento, puedes ponerte cómoda para realizarlos y empezar a notar los resultados.

Elevaciones

Las elevaciones laterales son uno de los ejercicios más beneficiosos y más completos para trabajar toda la pierna. En primer lugar, hay que ponerse estirada de lado y con la mano derecha apoyada en el suelo. A continuación, se deben extender ambas piernas y elevar la cadera para que el cuerpo forme una línea recta y solo quede sujeto por la mano y los pies apoyados. El otro brazo tiene que ponerse sobre la cintura.

Desde esa posición, se deben contraer las abdominales y empezar a elevar uno o dos palmos la pierna izquierda, dirigiendo el pie hacia atrás como si se quisiera tocar el glúteo con él. Luego hay que volver a la posición inicial y cambiar el lateral. Es importante repetir el ejercicio diez veces con cada lado.

Sentadillas

Las sentadillas es otro de los mejores ejercicios que se pueden hacer, sobre todo, cuando el problema se localiza en los muslos y también en las caderas y glúteos. Para hacerlas bien, te tienes que poner de pie con las piernas ligeramente separadas, de manera que quede una distancia similar a la anchura de los hombros. Desde ahí, se debe hacer el movimiento como si te fueras a sentar en una silla, pero sin ella, a la vez que se mantiene la espalda recta y se elevan los brazos hasta la altura de los hombros. Luego se debe ir subiendo hasta llegar a la postura inicial y repetir unas 15 veces.

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Zancadas

La tabla de ejercicios para las piernas se completa con las zancadas. En primer lugar, hay que ponerse de pie con la mirada al frente y la espalda bien recta. Desde ahí, se tiene que dar un paso al frente con una de las piernas, que queda flexionada por la rodilla mientras la otra permanece estirada hacia atrás. Cuando se está en esta postura, hay que contraer y relajar los glúteos unas 15 veces. Al finalizar, se vuelve a la posición inicial y se comienza todo el movimiento con la otra pierna.

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