Crioterapia

La crioterapia es una de las técnicas que en los últimos años más se nombra. Consiste en aplicar frío en belleza, aparte de emplearse también como técnica terapéutica. Estos tratamientos siempre tienen que hacerse en centros especializados con profesionales cualificados.

La crioterapia se emplea, sobre todo, para reducir los signos del envejecimiento de la piel, así como para eliminar la grasa localizada que se acumula en zonas concretas del cuerpo como el abdomen, cadera o glúteos.

También es utilizada junto con otros tratamientos para remodelar la silueta, ya que ayuda a que se destruyan las células grasas que se resisten a dietas y ejercicio y que se succionan más fácilmente.

Face icing

El frío igualmente puede aplicarse en casa. Por ejemplo, se puede optar por el Face icing, que consiste en pasar cubitos de hielo –mejor envueltos en un tisú o pañuelo-, por el rostro para bajar posibles inflamaciones, como las bolsas de los ojos, y conseguir un efecto tensor en el cutis.

Cosméticos

Los cosméticos con efecto frío son otra solución fácil y cómoda para seguir estos tratamientos en casa. Una de las alternativas más populares son los antifaces de gel fríos, que permiten revitalizar la piel y aliviar los ojos hinchados.

Igualmente, se pueden utilizar mascarillas faciales refrescantes o productos para la zona de los ojos que se aplican en roll-on o bien incorporan aplicadores que generan esa sensación de frío mientras se extiende la crema o se da un masaje posterior.

Además, están los geles con efecto frío para las piernas cansadas –suelen incorporar ingredientes como mentol o eucalipto-, con el fin de estimular la circulación sanguínea y aliviar la hinchazón.

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Aunque no lo parezca, mediante esta técnica pademos bajar de peso aplicando hielo en el cuerpo. ¿Realmente es ésto posible? Sí, si tenemos en cuenta que al aplicar agua congelada sobre la piel conseguimos desintoxicarla y activar la circulación lo que ayuda a movilizar los depósitos de grasa al tiempo que mejora el aspecto de nuestra piel.

Seguramente estás pensando ya en correr hacia el congelador y coger algún cubito, pero debes tener en cuenta que el éxito de esta técnica no se basa sólo en el hielo, sino que éste viene acompañado de algunos extractos de plantas que potencian su acción adelgazante, así como de los masajes que nos dan durante el tratamiento.

En una sesión de hieloterapia lo primero que harán será limpiarnos la piel con fangos especiales para que quede lo más purificada posible en el área del cuerpo que deseamos modelar, que puede ser el abdomen, las piernas, el trasero o los brazos. Posteriormente nos realizarán un masaje reductor, nos aplicarán el hielo y nos cubrirán con un vendaje térmico. Con este vendaje deberemos reposar durante un tiempo, después del cual se retira y nos aplican, para finalizar la sesión, un masaje tonificador.

Mediante la hieloterapia conseguiremos estar en forma de manera natural y efectiva, con resultados que son visibles a las pocas sesiones.

Es un tratamiento que no tiene efectos secundarios y tiene la ventaja de que, indistintamente de tu tipo de piel, puedes acogerte a los beneficios de esta terapia que te permitirá librarte de los «michelines».

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