Cómo secar el pelo rizado

Uno de los problemas de secar el pelo rizado es que tiende a encresparse. Además, también está el inconveniente de la electricidad estática, que se puede producir tanto si se seca al aire libre como con secador de pelo. Para evitarlo, es importante seguir unos pasos.

Por ejemplo, cuando el cabello se seca al aire libre, envuélvelo con una toalla 100% de algodón para evitar que se genere electricidad estática. A la hora de poner la toalla, no hay que frotar el cabello ni restregarlo para que precisamente no se electrifique.

Es importante presionar con la toalla la raíz del cabello y deslizarla suavemente por el resto del pelo. Otra opción es dejarla puesta, como si fuera un turbante, durante unos 10 minutos aproximadamente.

En el caso de que se vaya a sacar el pelo con el secador, es clave que el aire no sea muy caliente y que siempre se ponga el difusor. Si se deja la zona media del cabello y las puntas un poco húmedas, se evita que se rompa el rizo.

Y, siempre que se seque el pelo con el secador, se debe terminar inclinando la cabeza hacia delante para que se levante un poco la raíz.

Cómo conseguir un rizo bonito

Además de seguir los consejos comentados anteriormente, es fundamental elegir bien un producto de styling para lucir un rizo bonito. La selección dependerá del tipo de pelo que se tenga.

Por ejemplo, si el cabello es fino, lo mejor es optar por un producto de textura ligera como un sérum, spray o laca. Pero, si por el contrario el pelo es grueso, es preferible usar espumas o ceras capilares.

En cualquier caso, estos productos siempre es recomendable aplicarlos con el cabello húmedo.

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Separación de 25 centímetros

Hay que tener cuidado al elegir la laca para el pelo. No todas nos sirven de igual manera. Por ejemplo, en el supermercado encontrarás desde sprays e fijación suave, que mantienen el movimiento natural del cabello hasta aquellos más fuertes que sirven para que no se te mueva ni un pelo. Todo depende del grosor de tu cabello y de para qué evento necesites usar la laca. No es lo mismo que te vayas a casar que acudas a la oficina un día normal.

Antes de comenzar a aplicar la laca has de pulverizarla primero al aire. Este movimiento te servirá para comprobar que la boquilla no está obstruida y que sale bien el gas. En el supuesto de que la boquilla esté obstruida, sumerge el orificio en agua caliente para desatascarlo.

A continuación podrás aplicar el producto directamente sobre el cabello, pero para que el pelo no se te quede apelmazado es recomendable que el bote de laca se encuentre a unos 25 centímetros de distancia de la cabeza. Aplica en todo momento el producto con movimientos circulares, así te asegurarás de que la laca se esparce bien por el cabello.

Y si lo que deseas es un cabello con mucho volumen, lo mejor es que te pongas la laca con la cabeza boca abajo. Si la aplicas desde la raíz a las puntas y dejas un ratito así el pelo conseguirás el efecto que buscas.

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Ingredientes

Necesitarás un bote de spray pulverizador. Los venden en las tiendas de cosas de casa o en los chinos. Si lo vas a utilizar para llevarlo en el bolso, búscate una medida de unos 250 ml de capacidad.

El bote lo tendrás que rellenar después, según te indicaremos, con el zumo de un limón, una cucharada de azúcar y 200 ml de agua.

Preparación

Pon en un cazo a calentar los 200 ml de agua y el zumo de limón. Deja el cazo a fuego lento y cuando la mezcla comience a hervir, echa una cucharada de azúcar, sigue removiendo y déjalo en el fuego durante un par de minutos más.

Una vez hayas quitado el cazo del fuego, cuela la mezcla y déjala enfriar. Puedes aprovechar para esterilizar el frasco mientras la mezcla se enfría. Para ello solo tendrás que meterlo en un cazo con agua durante unos minutos.

Cuando la mezcla esté bien fría, échala en el frasco que previamente habrás esterilizado. Ya tienes lista tu laca casera. Recuerda que a la hora de emplearla, se debe agitar el frasco y aplicar a una distancia de unos 30 centímetros. Lo puedes conservar en el frigorífico si quieres.

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– Debes aplicar la laca dejando una distancia de 20 centímetros entre el envase y la zona donde quieres aplicarla. Intenta hacerlo donde no haya corrientes de aire para que la laca no se vuele y te quede esparcida por el cabello de forma irregular.

– Si quieres conseguir volumen, aplícala en el pelo cabeza abajo y quédate así unos segundos. Después enderézate y, con los dedos, coloca los mechones que se hayan movido de su sitio. Si te cepillas te llevarás gran parte de la laca.

– Si tienes el pelo liso, lo mejor es aplicar la laca en un peine fino y peinar con cuidado cada mechón, con lo que lograrás un alisado más permanente. Recuerda que debes hacerlo después de usar las planchas, y nunca antes, ya que no puedes mezclar la laca con las altas temperaturas que alcanzan las planches.

– No abuses del producto. De vez en cuando todas hemos caído en el error de pensar que cuánta más laca utilizáramos mejor nos quedaría el peinado, pero, además de que ensuciaremos mucho el pelo, nos pesará mucho más, por lo que quedrá deslucido en pocos minutos.

– La laca debes utilizarla para rematar un peinado normal, un moño o un flequillo que quieras mantener en su ssito más tiempo y aportarle un brillo extra. Por el contrario, si buscas un look en el que el pelo debe quedar rígido, duro o con una forma particular, lo mejor es tuilizar gominas, ceras y otros preparados para dar forma al cabello.

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