El sol puede dañar la piel rápidamente y la acumulación de estos daños con el tiempo puede provocar condiciones potencialmente mortales como el cáncer de piel. El protector solar ralentiza el proceso de envejecimiento, aportando una piel radiante y juvenil.

Actualmente, existen dos tipos principales de protector solar: protector solar mineral y químico. Ambos son efectivos a la hora de proteger la piel de la radiación, tienen diferentes mecanismos de acción y tienen sus desventajas únicas.

¿Qué es el protector solar químico?

Los protectores solares químicos se producen a partir de compuestos químicos sintéticos. Diferentes ingredientes químicos pueden actuar como filtro solar como la oxibenzona, octocrileno, avobenzona, octinoxato, homosalato y octisalato.

Los protectores solares químicos funcionan absorbiendo y transformando los rayos ultravioleta del sol en calor. Para poder realizar su función la crema solar se debe aplicar 30 minutos antes de la exposición para que la piel absorba los ingredientes activos por completo.

Se ha puesto en entredicho la seguridad de los protectores solares químicos ya que pueden dañar la piel o alterar el sistema hormonal del organismo.

Algunos de estos ingredientes, han sido catalogados como disruptores endocrinos lo que significa que interfieren en el proceso natural de las hormonas. De hecho, la oxibenzona, uno de los componentes de los protectores solares químicos, se ha asociado con trastornos endocrinos, toxicidad en los órganos, alergias por contacto y es un ingrediente prohibido en algunos países como Hawái debido al daño que genera en el ecosistema marítimo.

¿Qué es el protector solar mineral?

El protector solar mineral es un protector solar que contiene ingredientes procedentes de minerales como su filtro solar.

Son sustancias naturales que también se pueden producir sintéticamente. Los principales ingredientes activos de los protectores solares minerales son el dióxido de titanio y el óxido de zinc.
A diferencia de los protectores solares químicos, el protector solar mineral se asienta sobre la piel, no lo absorbe, y actúa como una barrera entre el sol y el cuerpo. Su función se puede comprar con la de un espejo al reflejar los rayos ultravioletas lejos del cuerpo.

El protector solar mineral no provoca una reacción en la textura y el color del cabello al utilizar ingredientes activos como el dióxido de titanio y el óxido de zinc al contrario que sucede con los protectores de cabello elaborados con filtros químicos.

La diferencia entre el protector solar químico y el protector solar mineral es que el protector solar mineral no permite que los rayos UV penetren la piel en absoluto. Además, se reduce al mínimo la probabilidad de reacciones alérgicas sobre la piel y no interfieren en el organismo humano. Por ello, es la mejor alternativa para los bebés, niños y adultos con pieles sensibles o alteraciones en la piel.

La única desventaja es que puede crear una fina película blanquecina. No obstante, gracias a los avances que se están realizando en el ámbito de la cosmética cada día son menos los productos que dejan restos blancos sobre la piel.

¿Por qué es mejor el protector solar mineral?

Se prefiere el protector solar mineral a los protectores solares químicos debido a la menor exposición a los compuestos químicos.

Además, los protectores solares minerales son ideales para personas con piel sensible, niños y personas con problemas en la piel como el melasma. Normalmente, los compuestos químicos en los protectores solares químicos agravarán el melasma.

Finalmente, a diferencia de los protectores solares químicos que tardan entre 20 y 30 minutos en ser absorbidos por la piel, los protectores solares minerales brindan protección inmediata después de la aplicación y duran más, incluso bajo la luz ultravioleta directa.

Además, se puede aplicar protector solar mineral sobre el maquillaje y otros productos para el cuidado de la piel.

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Solución

El pelo puede caerse por diversas causas como problemas hormonales, una mala alimentación, dietas demasiado estrictas, estrés… Son casos en los que hay que solucionar el problema con la ayuda de profesionales.

De hecho, con independencia de cuál sea el motivo que origine la causa, se debe acudir al dermatólogo o a un tricólogo para que prescriba un tratamiento a medida de la persona.

De todos modos, podemos hablar de algunos tratamientos que funcionan bastante bien como la mesoterapia, los que emplean la coenzima Q10, el láser o la estimulación capilar, entre otros.

En casa

En casa también se pueden seguir una serie de pautas como las lociones o ampollas anticaída, que suelen utilizarse a diario. Además, también es conveniente emplear champús y acondicionadores específicos para estos casos y que complementen los otros productos.

Conviene también tener en cuenta la causa que origina la caída del cabello para elegir los más adecuados. Por ejemplo, la cafeína, la ortiga y el ginseng mejoran la microcirculación.

Cuando la caída se produce por causas hormonales, la clave está en el minoxidio, que estimula las raíces para que el cabello nazca con más vigor y fuerza.

También puede estar aconsejado reforzar las vitaminas y minerales. Las principales son las vitaminas del grupo B, E y biotina, mientras que en los minerales no puede faltar el hiero, silicio o zinc, ya que ayudan a reforzar la fibra capilar.

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