Mascarillas

La mascarilla de miel es idónea para los cabellos con puntas abiertas y el cuero cabelludo seco. Además, aporta brillo. Para su elaboración, solo hay que mezclar tres cucharadas de aceite de oliva y dos cucharadas de miel. Posteriormente, se aplica sobre el pelo después de lavarlo. Tras dejarlo actuar 30 minutos, se vuelve a lavar el cabello con un champú hidratante.

Este aceite de coco es perfecto para prevenir las puntas abiertas e hidratar el pelo seco. Su aplicación es sencilla y tiene que hacerse tras lavarse el cabello con el champú habitual y dejarlo secar al aire. Luego se realiza un masaje con el aceite de coco y se envuelve el pelo en una tolla. Tras actuar 30 minutos, hay que volver a lavar el cabello.

Otra mascarilla muy efectiva es la que se hace con aguacate. En concreto, está más indicada para los cabellos estropeados y quebradizos. Para su realización, se machaca un aguacate y se mezcla con huevo. Además, se añade una cucharada de aceite e oliva. Esta mezcla se aplica sobre el cabello y se deja actuar durante 15 minutos. Luego, se aclara bien el pelo con agua tibia.

Suavizante

La avena es perfecta para el cuero cabelludo y, sobre todo, para suavizar el pelo. Para elaborar este suavizante, la clave está en poner tres cucharadas de copos de avena en remojo un par de minutos. Luego se meten en una cacerola con tres vasos de agua para que hierva durante diez minutos o hasta que al agua tenga una textura cremosa. Luego se filtra la crema con un colador.

Tónico

El cabello seco también puede necesitar un tónico. En este caso, la opción pasa por el aloe vera, que debe mezclarse con un chorro de agua filtrada. Luego solo hay que aplicarlo sobre el cuero cabelludo con un masaje y dejar actuar 30 minutos. El aclarado se realiza con abundante agua tibia.

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Los productos

Una de las mejores armas para que las manchas se vayan o bien reduzcan su visibilidad es la vitamina C. Su poder radica en que actúa sobre las células que se encargan de producir la melanina y que son responsables de la pigmentación, aparte de ser un buen exfoliante y ayudar a borrar el oscurecimiento de la mancha.

La vitamina C está, por ejemplo, presente en el limón por lo que puedes coger un poco de zumo mezclado con agua y ponerlo en la zona como si fuera una mascarilla durante no más de cinco minutos. Luego hay que aclarar con abundante agua.

También hay otros alimentos que son de gran ayuda para acabar con las manchas. Es el caso de la cebolla, que igualmente reduce la visibilidad de la mancha si se aplica rallada directamente sobre ella durante 10 minutos, tras los que hay que aclarar con agua.

La manzanilla, que está presente en muchos productos de belleza, es otra de las alternativas. En este caso, se puede hacer una infusión, aplicándola sobre la zona con la ayuda de un algodón. Aquí luego no es preciso aclarar con agua.

Con la ayuda de algodón también se puede extender vinagre de sidra o el aceite de geranio, aunque este último se debe mezclar con aceite vegetal, aplicando este preparado sobre la zona de la mancha.

Para las personas que tengan léntigos (manchas que aparecen por la exposición solar), un buen remedio es el aceite de ricino, que es recomendable poner sobre la mancha dando un masaje hasta que penetre bien en la piel.

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Recortarse las puntas

Las peluqueras siempre aconsejan recortarse las puntas una vez al mes o cada dos meses. Esto lo que hace es ayudar a que el cabello crezca sano y no se rompa con tanta facilidad.

Una vez recortes el pelo con cierta frecuencia, puedes seguir una serie de tratamientos naturales en casa. Por ejemplo, el aceite de romero es muy útil para mejorar la circulación capilar y mantener su estructura. Échatelo en el cabello una vez a la semana después de cada lavado.

Champú casero

Los champús que venden en el supermercado llevan productos químicos que pueden dañar el pelo. Te recomendamos preparar uno especial en casa. Necesitarás una cucharadita de jugo de limón, una de aceite de coco, una de jabón neutro y media taza de agua destilada. Mézclalo todo bien y ya tienes un champú de uso diario contra el cabello quebradizo.

Y como después de lavarse el pelo hay que aplicarse una buena mascarilla, aquí tienes la receta de una para prevenir que el pelo se rompa. Solo tendrás que batir un huevo y agregarle una cucharada de aceite de oliva y dos de miel. Lo aplicas sobre el cabello mojado y después de 30 minutos lo enjuagas con agua tibia.

Por último, si eres propensa a que se te enrede el pelo utiliza desenredantes naturales. Por ejemplo, si tienes el pelo oscuro hazte enjuagues en té negro; si eres rubia, en infusiones de camomila y si eres pelirroja, hazlo con una infusión de cáscaras de cebolla.

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Hoy os traigo algunos consejos de abuela que os demostrarán como, a veces, lo de siempre es la mejor opción para estar guapas, luchar contra algunos de esos defectillos que nos molestan y sentirnos mucho más estupendas.

Tips de la abuela

¿Qué hacían nuestras abuelas para fortalecer sus uñas? ¿Y para evitar la caída del cabello? Hoy en día, nosotras podemos recurrir a estantes y estantes de productos que nos ayudan a remediar estas alteraciones que sufre nuestro cuerpo a causa del estrés, de los cambios de estación y del ritmo de vida que llevamos.

Aunque parece que el estrés sea un invento moderno, nada más lejos de la realidad pues nuestras abuelas también sufrían estrés y conseguían evitar que su cuerpo se resintiera con sencillos trucos.

Por ejemplo, el ajo se utilizaba para fortalecer las uñas, y muchos esmaltes actuales también lo utilizan en sus productos. Con moler un poco de ajo, hasta que quede textura polvo, y añadirlo al esmalte transparente de base, conseguirás unas uñas fuertes.

El pelo es otra de las partes de nuestro cuerpo que más nos preocupa. Nuestras abuelas usaban la mayonesa para crear mascarillas que dejaban un pelo brillante y con fuerza. El aceite de oliva y los huevos, utilizados por separado, también son un elemento perfecto para fortalecerlo.

Nuestra piel también nos trae de cabeza, como a las abuelas. Seguro que más de una vez os han dicho eso de un buen chorro de agua fría para l circulación y, después, una buena crema con miel. Puedes aplicar unas gotas de miel a tu crema neutra y verás la diferencia.

Si te preocupan tus bolsas y ojeras, nada mejor que unas rodajas de pepino o patata para reducir la hinchazón y, aunque suene increíble, enfría dos cucharas en la nevera y, cuando estén frías, ponlas sobre la zona afectada por lapsos de 20 segundos y el resultado te dejará boquiabierta.

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Por suerte, existen remedios naturales para acabar con él de una forma rápida y eficaz. ¡Tomad nota!

– Albahaca: Con dos o tres cucharaditas de albahaca seca es suficiente. Hay que colocarlas en una taza con agua hirviendo y dejarlas reposar durante 15-20 minutos. Después, cuando el agua ya esté fría, hay que aplicársela en la zona afectada con un algodón.

– Claras de huevo: Primero hay que limpiarse muy bien la cara y luego hay que aplicarse las claras de huevo con algodón. Estamos hablando de un astringente que puede resolver el problema si dejamos que actúe durante unas horas.

– Zumo de zanahoria: Además de ir bien para la vista y para el bronceado, también frena el acné gracias a los aceites esenciales que contiene.

– Pepino: Es todo un clásico. En este caso hay que licuar un pepino pelado y aplicar el zumo resultante sobre el acné. También podemos bebernos 4 o 5 tazas de zumo de pepino al día durante una semana para ver los resultados. Purifica la sangre y el sistema linfático, es genial para el cutis.

– Zumo de limón: Es otro zumo que va de maravilla. Hay que aplicarlo recién exprimido a través de un algodón.

Estos son algunos de los remedios naturales que existen, pero no hay que olvidarse de otros tratamientos para el acné juvenil igual de eficaces o más.

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– Aceite de oliva: Aplica un poco de aceite por todo el cabello, especialmente en las puntas y evitando las raíces, para que no se engrasen excesivamente. Déjalo actuar durante 45 minutos para que lo absorba y termina lavándote bien el cabello y secándolo. Si lo prefieres, puedes utilizar aceite de coco o de almendras, según prefieras.

– Germen de trigo: Prepara una mascarilla de germen de trigo, añadiéndole agua hasta que logres formar una pasta. Aplícala sobre el cabello y déjala hasta que se seque por completo. Ya sólo te queda lavarte el cabello como haces habitualmente.

– Plátano: Prepara una plasta con plátanos maduros machacados y aplícalos sobre el cabello, dejándolo actuar durante 30 minutos y aclarándote. Puedes utilizar también el aguacate, porque ambos te van a ayudar a restaurar los folículos del cabello cuando están muy dañados.

– Huevo: Pon un huevo crudo en agua tibia, preferiblemente mineral y masajea el cabello con la mezcla. Se puede añadir el huevo directamente al agua o, mezclar la clara con el agua y después, cuando vayas a aplicarlo sobre el cabello, añadir la yema sobre el cabello, para que esté lo más fresca posible y así beneficiarte de todas sus propiedades. Si tu cabello está muy estropeado o muy reseco, puedes añadir, en lugar de agua, una cucharada de aceite de coco, otra de miel y otra de aceite de almendras, y aplicar sobre el cabello mojado, dejándolo actuar durante media hora y lavarte después.

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– Cabello pelirrojo: Necesitas tres cucharadas de polvo de henna y una cucharada de jugo de limón. Mezcla los dos ingredientes hasta formar una pasta homogénea y que tenga consistencia cremosa. Aplícala por todo el cabello, procurando que no quede ningún mechón sin cubrir, y cúbrete después el pelo con un gorro de plástico o film transparente, dejando actuar la mezcla durante tres horas. Pasado este tiempo, aclárate con abundante agua para eliminar cualquier residuo.

– Cabello negro o castaño oscuro: Hierve una cucharada de té de magnolia en una taza de agua, deja que se enfríe a temperatura ambiente y cuela la mezcla. Después de lavarte el cabello, aplica el té al cabello, dejándolo actuar durante media hora. Finalmente retira con abundante agua.

– Cabello castaño: Haz una pasta con dos hojas de nogal, cinco nueces trituradas, una cáscara de huevo y un puñado de romero. Aplícala repartiéndola por todo el cabello y déjala actuar durante una hora, aclarando después, hasta que consigas una pasta. Aplícalo sobre el cabello durante una hora. Repite el tratamiento una vez a la semana.

– Cabello rubio: Necesitas dos tazas y media de cortezas de saúco, tres tazas de flores de retama, una yema de huevo y cinco tazas y media de agua. Hierve durante media hora todos los ingredientes, retirando el aceite de la superficie del agua según vaya apareciendo. Cuela la mezcla y aplícala sobre el cabello húmedo y limpio, dejándola actuar por quince minutos y aclarando.

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– Crema para fortalecer las pestañas: Para prepararla necesitas unas hojas de nogal y una clara de huevo. En un recipiente pon agua a calentar y, cuando esté hirviendo, añade las hojas de nogal, dejándolas cocer durante cinco minutos.

Pasado este tiempo, apártalas del fuego, cuela la preparación y deja que se enfríe. Bate la clara de huevo a punto de nieve y añade el agua de la cocción, mezclándolo despacio para que no baje la clara pero logrando que ambos ingredientes se mezclen totalmente. Sólo tienes que aplicarte la crema cada noche con un cepillito muy suave.

– Aceite de oliva: Antes de aplicarlo, debes desmaquillar bien los ojos y, a continuación, echa un poco de aceite de oliva en un trozo de algodón. Aplícatelo sobre el párpado con los ojos cerrados y masajea ligeramente el párpado con él. Retira el algodón y masajea un poco más las pestañas con las yemas de los dedos, con mucho cuidado para no arrancarlas, de forma que el aceite se impregne bien. Repite la operación en el otro ojo, siempre cuidando que no te entre aceite de oliva en los ojos. Hazlo todas las noches y poco a poco verás cómo se fortalecen y alargan tus pestañas.

– Loción protectora: Mezcla una cucharadita de aceite de uva con media cucharadita de zumo de limón y aplica la mezcla sobre las pestañas a diario antes de maquillarte.

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– Mascarilla de aloe vera: Para prepararla necesitas una cucharada de pulpa de aloe vera, una cucharada de arcilla, una cucharadita de whisky y una cucharada de germen de trigo. Extrae la pulpa del aloe después de lavar bien las hojas y después mezcla todos los ingredientes en un recipiente. Aplícatela sobre el rostro y déjala actuar hasta que la mascarilla comience a secarse. Para terminar, aclárate con agua tibia, eliminando bien todos los residuos.

– Mascarilla de patatas: Cuece dos patatas de tamaño mediado y cuando estén cocidas tritúralas con un tenedor hasta lograr un puré. Añade limón hasta formar una pasta consistente y aplícala sobre el rostro durante veinte minutos. Esta mascarilla también se puede utilizar en otras zonas donde se tenga acné, como la espalda.

– Mascarilla de naranja: Necesitarás la piel de una naranja, tres cucharadas de yogurt natural y dos cucharadas de harina de avena. Ralla la piel de naranja y añade el yogur y la avena, mezclando hasta que logres una textura cremosa. Aplícala sobre el rostro y quince minutos después aclárate con agua tibia.

– Mascarilla de pepino: Vas a necesitar medio pepino, dos cucharadas de yogur natural y algunas hojas de perejil. Introduce todos los ingredientes en la batidora y bátelos hasta lograr una consistencia de crema. Aplícala sobre el rostro, dejándola durante veinte minutos. Finalmente, retírala con una toallita o un tissue.

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Para evitar esto, podemos utilizar una serie de remedios naturales que nos ayudarán a hacer desaparecer o al menos a disimilar casi completamente dichas cicatrices, para recuperar la belleza y homogeneidad de nuestro cutis.

– Crema de caléndula: Esta crema es realmente sencilla de preparar, ya que sólo necesitas machacar dos cucharadas de pétalos frescos de caléndula o una de flores secas y mezclarlas con cuatro cucharadas de aceite de germen de trigo templado. Aplica la crema varias veces al día y poco a poco comprobarás cómo éstas van desapareciendo.

– Zumo de limón: Si las cicatrices tienen una coloración muy oscura, es posible aclararlas utilizando zumo de limón, aunque siempre deberemos hacerlo por la noche o cuando no vayamos a exponernos a la luz del sol. Para ello exprimiremos medio limón en un tazón y después empaparemos una bola de algodón en él, para después aplicarla sobre las cicatrices del acné, dejando que se seque, sin aclararlo. Podemos aplicarlo varias veces al día, ya que no tiene ningún efecto negativo sobre nuestra piel.

– Bicarbonato: Mezcla un puñado de bicarbonato con un poco de agua hasta lograr una pasta espesa. Aplícala sobre las zonas del rostro donde tengas cicatrices y masajea tu rostro durante un minuto antes de aclararlo.

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– Aspirina: Machaca una aspirina y mézclala con un yogur natural sacado de la nevera. A continuación aplícatelo en las ojeras, cuidando de que no entre en los ojos. Deja actuar la mezcla durante diez o quince minutos y finalmente aclárate con agua fresca.

Este es un remedio a utilizar cuando queramos eliminar las ojeras rápidamente, si tenemos una fiesta o una celebración y queremos estar perfectas.

– Tomate y limón: Para prepararla necesitarás una cucharadita de zumo de tomate enfriado en la nevera, media cucharadita de zumo limón enfriado también y un poco menos de una cucharadita de harina. Mezclar todos los ingredientes hasta lograr una pasta de consistencia suave y aplícala en la zona de las ojeras, dejándola actuar durante 10 minutos. Antes de que se seque totalmente, masajea suavemente la zona con los dedos y finalmente aclárate. Puedes utilizar este remedio una vez al día y al poco tiempo notarás cómo tus ojeras comienzan a perder la coloración oscura. Ten cuidado de no exponerte al sol inmediatamente después de aplicarte limón en la piel.

– Manzana: Ralla una manzana verde y una patata. Mezcla ambos ingredientes y añade un poco de aceite de hamamelis. Aplícate la preparación en la zona de las ojeras y, después de quince minutos, aclárate con abundante agua.

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– Enjuague de manzanilla y romero: Prepara una infusión de cuatro cucharadas de flores de manzanilla y cuatro cucharadas de romero seco. Utilízala para dar el último aclarado al cabello cuando te lo laves, lo cual, además de ayudarte a fortalecerlo, le va a otorgar un brillo adicional que hará aparecer tu cabello mucho más sano y bonito.

– Infusión de raíces de bardana: Para prepararla comenzaremos poniendo en remojo 100 gramos de bardana en cinco litros de agua el día antes de lavarnos el cabello. Cinco minutos antes de lavarnos, hervimos la infusión. Del total, utilizaremos la mitad para lavarnos el cabello con un champú de hierbas y la otra mitad para aclararnos. Finalmente, para eliminar todo resto de la infusión, nos aclararemos con abundante agua. Poco a poco notaremos cómo nuestro cabello se fortalece.

– Mascarilla para repara el cabello: para prepararla necesitarás una cucharada de miel, una cucharada de mayonesa, una cucharada de aceite vegetal, una cucharada de brandy y una yema de huevo. Mezcla todos los ingredientes y aplícate la mascarilla antes de lavarte el cabello, masajeando bien el cuero cabelludo. Cubre el pelo con un film transparente y deja que la mascarilla actúe durante media hora, para después lavarte el cabello como siempre. Esta mascarilla permite a tu cuerpo recuperar su fuerza y su vigor, revitalizándolo.

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Aquí tienes alguno de ellos:

– Lávate el pelo con el champú de siempre. En el siguiente lavado mezcla un poco de champú con un tomate exprimido y lávate el cabello de nuevo con la mezcla. Déjala actuar durante quince minutos y finalmente acláralo. Poco a poco irás observando los resultados.

– Mezcla un aguacate y un yogur natural hasta lograr una pasta que puedas manejar con facilidad. Después aplícala sobre el cabello para después enjuagarlo con agua tibia.

– Aplica aceite de almendras sobre el cabello. Puedes aplicarlo solo o mezclándolo con una yema de huevo y una cucharadita de miel. Cuando hayas obtenido una mezcla homogénea aplícatelo sobre el cabello dejándolo actuar durante media hora y finalmente lávalo como siempre. Debes aplicarte esta mezcla como mínimo una vez por semana.

– Hierve un puñado de perejil en un litro de agua hasta que sólo quede un cuarto de agua. Deja enfriar la infusión, cuélala y guarda el líquido resultante en un rociador. Cuando te laves el cabello y después de haberlo secado bien, aplícate el concentrado de perejil. Hazlo dos veces por semana.

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– Córtate el pelo cada seis u ocho semanas. De este modo, eliminarás las puntas maltratadas y estimularás el crecimiento y la fortaleza de tu cabello.

– Cápsulas de colágeno: Tomarlas diariamente hará que tu pelo crezca más rápido.

– Masajea tu cabello cuando te lo laves. De ese modo, conseguirás estimular el riego sanguíneo, lo que a su vez estimulará el crecimiento del pelo. Pero debes hacerlo de forma suave, sin arrancar el cabello u obtendrás el resultado opuesto al que esperas.

– Aplica un par de veces al día una infusión de romero. De este modo no tendrás que lavar tu cabello tan a menudo, con lo que prevendrás la pérdida de cabello producida con el lavado. Intenta lavarlo no más de tres días a la semana.

– Toma vitaminas: El pelo y las uñas son los primeros en acusar la falta de vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Lo mejor es que las tomes de forma natural, es decir, incluyendo en tu dieta fruta y verdura, pero también puedes tomar un complejo vitamínico diario. Además de crecer más rápido, tu pelo estará fuerte y brillante, al igual que tus uñas.

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