La Navidad siempre ha sido dorada, pero más este año porque este tono está de moda en los maquillajes a través del propio color o bien añadiendo ese toque a las sombras irisadas y metalizadas. Muchas marcas importantes como, por ejemplo, Dior han recurrido a él para su nuevo anuncio de la fragancia J’Adore. Y, ¿por qué no apostar por él para estas fiestas? ¿No sabes cómo utilizarlo? Aquí te contamos nuestra propuesta.
El maquillaje
Lo principal es como siempre una buena hidratación de la piel para aplicar el maquillaje. Esta base puede ser la que utilizas habitualmente todos los días. Para los ojos tienes que apostar por el lápiz de ojos marrón haciendo un trazo fino al ras de las pestañas superiores para delimitar la mirada.
A continuación tienes que aplicar sombras doradas en el párpado móvil. Aquí la elección es amplia porque es posible que utilices un tono dorado intenso o bien por un color más rosado claro o melocotón con reflejos dorados, en función de si quieres un maquillaje más discreto o sofisticado. En el resto del párpado en dirección hacia las sienes y las cejas debes emplear una sombra que simplemente aporte el reflejo dorado.
Si quieres más sofisticación puedes ponerte en el párpado algún elemento de strass o tipo joya bajo el arco de las cejas hacia las sienes o bien sólo en ellas. El toque final a los ojos se termina con rimmel en marrón porque el negro aporta un mayor contraste y no queda bien con el tono dorado.
Las mejillas se vuelven también irisadas. La mejor opción es optar por un colorete en tonos rosas claros o anaranjados, continuando con la gama que has elegido para los ojos. Si no tiene reflejos dorados, no te preocupes, que luego lo solucionamos. Finalmente, hay que aplicar como habitualmente hacemos el iluminador y el corrector y elegir un color nude para los labios.
Para terminar con los reflejos dorados, opta por unos polvos de maquillaje con ese acabado para dar un ligero toque por todo el rostro. No se trata de llevar la cara totalmente dorada y crear una máscara como si utilizaras polvos de talco. Todo lo contrario, el efecto tiene que ser sensual con independencia de los toques de sofisticación que hayas incorporado. Es como un reflejo de la luz. Para ello, con una brocha de maquillaje de gran tamaño y mucho pelo, coge los polvos de maquillaje dorados y esparce ligeramente por todo el rostro. Ya te has convertido en una “chica dorada”.