Por más que las uñas se cuiden, de vez en cuando, aparecen problemas en ellas como manchas, cambios de color, los padrastros… Son casos que pueden tratarse porque, a veces, no son más que algunos malos hábitos o costumbres en su cuidado y que se corrigen con estos consejos.
Pautas
Uno de los que más afean las uñas y que más incomodan son los padrastros. Realmente, este problema se debe a que esta parte del cuerpo no está lo suficientemente hidratada por lo que es importante aplicar crema todas las noches para evitarlo.
También puede suceder que aparezcan manchas blancas en las uñas. Es un problema que responde a diferentes casos, ya que anuncian un posible déficit de minerales o bien son producto de un golpe. Pero lo más habitual es que no haya que preocuparse y que esas manchas se produzcan por la sequedad por lo que con aplicar una mayor hidratación con cremas sobre las uñas estaría resuelto. Además, también es de gran ayuda utilizar quitaesmalte sin acetona porque reseca menos y no daña la uña.
Si en lugar de manchas lo que se produce es un cambio de color, que tiende a ser como amarillento, seguramente es porque el esmalte que empleas no te sienta bien por algún componente o bien porque no utilizas una base protectora antes de aplicarlo. Siempre es conveniente emplearla por muy buena y cara que sea la laca de uñas que usas.
Finalmente pueden aparecer crestas, lo que también se conoce como uñas desiguales, generándose tanto en vertical como en horizontal. Este problema, que es más habitual en las de los pies, normalmente es consecuencia del envejecimiento de la uña, así como de situaciones de estrés.
Para acabar con las crestas, la solución es utilizar una lima y limar de forma suave la superficie de la uña y con mucho cuidado para no debilitarla al reducirse su grosor. Son trucos sencillos con los que tendrás unas manos más bellas y mejor cuidadas.