Seguramente habrás oído hablar de la última moda en uñas o bien visto alguna imagen de la que circulan por las redes sociales. Son las uñas burbuja. Una técnica con la que no se trata de evitar que al extender el esmalte se formen unas pequeñas burbujitas, sino más bien todo lo contrario. El esmaltado permanece intacto y sin bolsas de aire, pero con la particularidad de que la uña se esculpe hacia arriba creando una auténtica burbuja.
El estilo
Esta tendencia está irrumpiendo con gran fuerza a través de las redes sociales en las que sus imágenes se han convertido en virales. Aunque inicialmente parece que son uñas de gel o de agua, no lo son en realidad.
La principal diferencia radica en que las uñas burbuja son uñas acrílicas que se construyen hacia arriba haciendo uso de una buena cantidad de acrílico para esculpirlas y conseguir que queden como se desea, mientras que las de gel son un acabado específico y las de uñas de agua son una combinación de agua y laca de uñas.
Para realizar esta manicura, que ha sido ideada en Philadelphia, es importante que la uña esté bien cortada y que no haya cutículas. Posteriormente, se precisa una bola acrílica que se tiene que poner en la mitad de la uña para crear la parte más alta de la burbuja.
Luego, en la parte más baja, se pone una capa de esmalte fina que va aumentando de grosor a medida que se acerca a la zona central. Un proceso que tiene que hacerse igualmente desde la otra mitad hacia arriba.
Con este proceso, esta manicura ya estaría acabada, aunque también hay tendencias que están apostando por introducir algunos accesorios o elementos decorativos sobre la uña o la burbuja como poner unas pequeñas perlas. La elección ya es de cada uno y según los gustos.