Las mascarillas son un producto muy aconsejable para la piel del rostro para conseguir mantener la dermis en perfecto estado y complementar los tratamientos que se utilizan en el día a día. Dentro de ellas, las mascarillas de arcilla son unas de las mejores por sus propiedades, sobre todo, para desintoxicar y oxigenar la piel. Es un producto del que hay diferentes tipos, siendo cada uno de ellos más adecuado para tratar posibles afecciones del cutis.
Las mascarillas de arcilla
Las mascarillas de arcilla son uno de los productos más antiguos en el mundo de la belleza. Y, precisamente, por sus propiedades sigue empleándose. Sus principales beneficios, en general, se centran en desintoxicar y oxigenar la piel, de manera que se consigue evitar o eliminar las impurezas y que el rostro tenga más luminosidad.
A estos beneficios se suman otros como el hecho de su gran capacidad para exfoliar la piel y que ayuda a renovar la dermis desde su interior, favoreciendo la regeneración celular.
Además, estas mascarillas son muy efectivas para evitar las impurezas en la piel y corregirlas, así como las toxinas que pueden acumularse en el rostro y que, en general, tienden a obstruir los poros favoreciendo que parezcan más dilatados con la consecuencia de que aparecen puntos negros o bien granos.
También son muy recomendables para las pieles grasas, puesto que tienen propiedades para absorberla, aparte de caracterizarse por incorporar a la piel sustancias revitalizantes y remineralizantes que el cutis precisa.
Son beneficios generales que están más o menos presentes en función del tipo de mascarilla de arcilla que se elija, siendo conveniente hacer la elección de acuerdo con las necesidades de cada piel, pero también atendiendo al resto de su composición para sacar el máximo partido al tratamiento.
Por ejemplo, hay que tener en cuenta que las mascarillas de arcilla blanca son las más indicadas para eliminar las impurezas, mientras que la arcilla verde es mucho más idónea para las pieles grasas. Finalmente, también están las de arcilla roja, que se recomiendan para las pieles sensibles o bien que suelen inflamarse porque tiene propiedades antiinflamatorias.