Para tener el pelo bien cuidado siempre es recomendable hacer una mascarilla de forma periódica para cubrir las necesidades adicionales de hidratación, nutrición… Sin embargo, a veces, no siempre este producto se utiliza adecuadamente para poder aprovechar todas sus ventajas y beneficios. Aquí te damos las claves para que le saques el máximo partido.
Consejos
Las mascarillas son un producto muy importante para el cuidado del pelo, puesto que aportan suavidad y mejoran la textura del cabello, siendo imprescindibles en el caso del cuero cabelludo muy seco o castigado.
La periodicidad con la que debe hacerse varía en función del estado del cabello, aunque como pauta general debe comenzarse haciéndola un par de veces o tres a la semana para luego ir espaciando las aplicaciones conforme el pelo se vaya recuperando y mostrándose mejor. Luego, puede ser suficiente con realizarla una vez a la semana para mantener el efecto de todo lo conseguido.
La cantidad que hay que aplicar suele ser una de las dudas que tiene muchas mujeres. Realmente, no hay una pauta general porque depende de la largura del cabello y de si se tiene mucho o poco pelo. No obstante, sí se puede seguir el siguiente consejo: hay que aplicarla en los cabellos largos desde la zona media hasta las puntas. En el caso del pelo corto, solo debe ponerse en las puntas.
Y, ¿cuál es el mejor momento para aplicarla? Esta respuesta es sencilla: cuando se lava el cabello. Lo más aconsejable es hacer el lavado y luego quitar el exceso de humedad con una toalla. A continuación, se debe poner la mascarilla y dejarla que actúe unos cinco minutos aproximadamente, aunque este tiempo puede reducirse hasta tan solo un par de minutos en el caso de las mascarillas exprés. Posteriormente, se tiene que aclarar el pelo con abundante agua y proporcionando un suave masaje.