¿Qué sería la vida sin los trucos de maquillaje? Y es que son de gran utilidad para parecer más joven, tener unos labios más carnosos… y también para que los ojos parezcan más grandes y la mirada más amplia. Sombra y lápices son de gran ayuda para conseguir este objetivo. Pero hoy nos vamos a centrar en las pestañas porque son totalmente fundamentales, aunque a veces no se sea consciente de ello.
Los trucos
Y es que con solo trabajar las pestañas ya se puede conseguir unos ojos más grandes sin tener que dedicar más tiempo a maquillarse. El aspecto cambia de forma radical con tan solo aplicar un poco de rimel, pero es todavía mejor cuando se ponen en práctica otra serie de trucos para conseguir que las pestañas sean más largas y curvadas.
Para lograrlo, siempre es clave rizar las pestañas para lo que se necesita de un rizador. El secreto no es otro que al curvarlas se abren los párpados, lo que contribuye a que se produzca ese efecto de ojos grandes. Este paso es importante aunque luego utilices un rimel que las curve porque así el resultado será mucho mejor.
Tras curvarlas, hay que extender la máscara de pestañas, poniéndola desde la raíz hacia las puntas, teniendo que hacer varias aplicaciones –entre dos o tres-, entre las que es recomendable esperar a que se seque bien el rimel.
Además, no se debe olvidar que las pestañas se tienen que cepillar de forma suave para eliminar cualquier grumo que haya podido quedar en la aplicación y para separarlas y evitar que hayan quedado pegadas unas a otras por las aplicaciones de rimel.
Otro buen consejo es elegir una máscara de pestañas que las alargue para potenciar aún más el efecto de unos ojos más grandes. Y otro truco: una vez esté la máscara de pestañas seca, coge un eyeliner líquido. Con la punta de su pincel, rellena los espacios que quedan entre las pestañas poniendo unos pequeños puntitos en esa zona. Así, dará la impresión de que se tienen más pestañas.