Es difícil nacer con unos labios perfectos y, que realmente, sean los que se desea tener. Es algo que pasa incluso a las mujeres más bellas e, incluso, a las modelos por más que parezca que siempre están impecables. Y es que el maquillaje y los trucos para aplicarlo hacen milagros. De hecho, con unos consejos sencillos se puede conseguir tener una “boca 10”.
Los trucos
La ventaja que tienen los labios es que es una de las zonas del rostro que quizá sea más fácil de corregir para modificar su contorno y algunas posibles imperfecciones o rasgos que se quieran cambiar. Además de poder disminuir las asimetrías o su tamaño, también es posible dar un cambio radical haciendo otros trazos.
Una de las transformaciones más importantes que se pueden hacer es corregir los lados desiguales de la boca, es decir, disimular que un labio, ya sea el superior o el inferior, sea más fino que otro o que haya diferencias dentro de uno mismo.
El truco consiste en utilizar un lápiz de labios y dos carmines de diferentes tonos, pero dentro de la misma gama cromática. De esta manera, en primer lugar hay que perfilar el labio que sea más grueso por dentro, mientras que el que sea más fino, se hace por fuera de su línea natural.
A continuación, se deben utilizar los labiales, de manera que el más claro se tiene que aplicar en el labio superior y la barra que sea más oscura es para las partes interiores en el supuesto de que el labio de arriba sea más fino que el de abajo. El proceso se debe hacer a la inversa si el tamaño de la boca es al revés al mencionado anteriormente.
Otros de los trucos permiten hacer que la mujer parezca más joven. Para ello, el secreto está en el denominado Arco de Cupido. La clave está en marcarlo bien y su simetría porque este efecto hace la boca más atractiva y también más joven. El proceso para conseguirlo es muy sencillo, puesto que tan solo se debe utilizar un lápiz de labios para dar forma a los dos picos, de manera que queden a la misma altura.
Y, finalmente, los trucos también facilitan evitar que los labios parezcan caídos, forma que envejece y que igualmente hace que el rostro parezca más cansado. La clave pasa, en este caso, por marcar con el perfilador el contorno de la boca, pero sin llegar a las comisuras. Además, ayuda utilizar labiales de tonos claros y luminosos, sobre todo, en la zona central.