El arroz es uno de los productos que se ha empleado tradicionalmente en cosmética, sobre todo, en países asiáticos. Y es que tiene importantes propiedades para dejar una piel fina, que parece auténtica porcelana. Su potencial en el ámbito de la belleza aún va más allá porque también es de gran utilidad para evitar la aparición de granitos y para acabar con las espinillas. En las tiendas de cosmética se pueden encontrar muchos productos que lo incluyen, aunque también es posible preparar un tónico en casa. Aquí te contamos cómo hacerlo paso a paso y las claves de su uso.
La elaboración
El proceso en realidad es muy sencillo. De hecho, tan solo se necesita un poco de arroz. Eso sí, tiene que ser integral porque así mantiene el salvado, que incluye propiedades más beneficiosas. El primer paso es coger una taza de arroz, que se debe poner en un recipiente en el que previamente se hayan vertido dos tazas de agua. De esta manera, se tiene que dejar reposar durante toda una noche. No es necesario hacer nada más, ni siquiera hervirlo.
Una vez pasado este tiempo, ya por la mañana, el siguiente paso es colar el agua con el arroz, preservando el líquido que es lo que realmente se va a utilizar para aplicarlo sobre el rostro o la zona en la que esté la espinilla.
Empleo
El agua de arroz colada se tiene que aplicar directamente sobre a piel para lo que te puedes ayudar de unos discos de algodón, aunque también la puedes emplear para lavarte la cara directamente sin tener que emplear ningún jabón ni ningún otro producto que sea limpiador.
Los resultados son bastante rápidos, ya que en tan solo un par de días de uso de este tónico de arroz, se aprecia que se tiene la piel más limpia y que no hay granitos ni espinillas.