Manicura permanente: ¿en qué consiste?

La manicura semipermanente es una opción que cada vez eligen más mujeres para sus uñas. Y es que es más duradera y se pueden conseguir buenos resultados, incluso aunque se realice en casa y no se acuda a centros especializados. Sin embargo, también tiene sus claves a la hora de realizarla. ¿Cuáles son? Toma buena nota para lucir unas uñas perfectas.

Técnicas

En primer lugar, hay que saber que para hacer una manicura semipermanente existen varias técnicas. En general, consiste en aplicar cuatro capas (base, dos de color y el brillo o top coat), secando entre capa y capa las uñas con una lámpara LED o UVA.

Ahora bien, esta manicura es posible hacerla con dos tipos de materiales diferentes. De esta manera, se puede emplear esmalte semipermanente o gel. El esmalte semipermanente se caracteriza por no tener que someter a la uña a ningún procedimiento especial antes de aplicar el producto. De hecho, es suficiente con utilizar un líquido especial para hacerla más porosa.

Por el contrario, el gel requiere que previamente se hayan eliminado las cutículas y limar las uñas, lo que puede conllevar un cierto debilitamiento. Sin embargo, esta técnica permite corregir algunas imperfecciones de las uñas como las estrías.

Ventajas

Con cualquiera de las dos técnicas, se tienen una serie de ventajas. Por ejemplo, se consiguen unas uñas más brillantes, además de dotarlas de mayor fortaleza evitando que sean frágiles o quebradizas por lo que resulta idóneo cuando se tienen uñas débiles o que se doblan y parten con facilidad.

Otro de los puntos fuertes de este tipo de manicura es que los resultados son duraderos. En general, permanece perfecta durante 15 días en las manos. Un período de tiempo que es superior en los pies porque las uñas crecen aquí más lentamente. Por este motivo, es ideal para el verano y para lucir una manicura intacta, aunque vayas a la piscina o la playa.