Las manos es una de las partes del cuerpo que más conviene cuidar porque es sensible y está expuesta a muchos agentes que pueden dañarlas y hacer que envejezcan prematuramente, aparezcan manchas… Además, es difícil poder encontrar tratamientos en centros de belleza o profesionales que frenen los efectos del paso del tiempo con buenos resultados. Como siempre la hidratación es la clave para retrasar todos estos procesos. Pero, para tener resultados, hay que saber elegir la crema que sea más idónea según el tipo de piel. Aquí te contamos los diferentes tipos que hay para que elijas el más adecuado para ti.
Pieles secas
Para este tipo de pieles, la mejor opción es optar por aquellas cremas que son ricas en emolientes porque aportan una mayor hidratación y nutrición, que es lo que la dermis necesita. Son cremas que se reconocen fácilmente porque son bastante más densas y espesas. Además, este tipo de productos también es idóneo para aquellas pieles que son más bien gruesas o duras porque igualmente necesitan ese plus hidratante y nutritivo.
Pieles sensibles
Con este tipo de piel es importante tener cuidado con el cosmético que se utiliza porque se puede generar alguna sensibilidad o alergia. Lo más recomendable es optar por cremas que sean específicas para esta dermis y que se detalle su uso en el producto. También es conveniente que sean naturales o, al menos, contengan algún ingrediente natural.
Pieles grasas
Cuando el problema de las manos es que se acumula o concentra un nivel de grasa más elevado que el habitual, lo mejor es no emplear todas aquellas que tienen una base muy untuosa o aceitosa porque, con su utilización, solo se conseguirá aumentar el problema. La clave está en usar todas aquellas que tienen una textura más ligera y fluida.
Envejecimiento
Con independencia del tipo de piel que se tenga, las cremas se pueden utilizar también para tratar o prevenir e problema del envejecimiento. Para atajarlo, es conveniente emplear las cremas que son ricas en antioxidantes o en ácido hialurónico, que son las más adecuadas para que las manos tengan una apariencia más joven y estén mejor hidratadas y durante más tiempo, lo que evitará que se acelere el proceso de envejecimiento.