Con el adiós al verano, toca volver otra vez a la base de maquillaje para tener un poco de color y mostrar un rostro uniforme y luminoso. Un objetivo que no solo se consigue con el tono y la textura que se elija, sino que también se logra –y es una parte fundamental-, con algunos pequeños trucos, que aplican muchos maquilladores profesionales. ¿Quieres saber cuáles son? Te contamos los principales en función del efecto que desees.
Piel uniforme
Para lucir un rostro uniforme y que la base de maquillaje que apliques no se agrupe o se parchee, el secreto está en ponerla solo en el centro del rostro –es decir en la nariz, barbilla y frente-, para irla extendiendo hacia fuera con la ayuda de una esponja o brocha.
La extensión por todo el rostro la puedes hacer incluso con la mano al principio, aunque es mejor que luego emplees una brocha o esponja para que se funda bien con la piel y retirar posibles excesos de base de maquillaje.
Naturalidad
Si tu objetivo es lucir una piel con una luz más natural, hay un truco que es infalible. Se trata de mezclar un poco de base de maquillaje con una pequeña cantidad de bálsamo de labios, pero que sea incoloro. Los dos productos tienen que mezclarse bien antes de su aplicación, que se hace como si extendieras una base normal. El resultado es ese estilismo de efecto húmedo o dewy como también se denomina.
Mate
Por el contrario, si lo que buscas es lucir un rostro sin brillos y que tenga un acabado mate, el truco es otro. Aquí la clave está en aplicar primero una base de maquillaje y, sobre ella, poner una capa fina de polvos sueltos, que se deben extender con una brocha corta y gruesa y con pequeños movimientos y toques cortos para que se distribuyan bien por todo el rostro. No te olvides de que el acabado debe ser también homogéneo y no concentrar más cantidad de polvos sueltos en una parte del rostro que en otra.
Piel fresca
Y, si lo que quieres es que el rostro parezca mucho más fresco, se debe incidir en los pómulos. Este efecto se logra utilizando dos tonalidades de colorete. Necesitas que uno de ellos sea más intenso para aplicarlo en el centro de las mejillas, mientras que el otro tono tiene que ser más suave para colocarlo debajo.