Los correctores para corregir imperfecciones en el cutis no solo tienen que elegirse en función del color y de acuerdo con lo que se quiera corregir, ya sean manchas, ojeras, granitos… También es muy importante fijarse en su textura porque no todas son igualmente efectivas para cubrir las imperfecciones. Además, hay algunos correctores que son más indicados que otros en función del tipo de piel que se tenga. Aquí vamos a hacer un repaso por todas las opciones de texturas de los correctores que hay disponibles en el mercado y sus características y beneficios.
Líquido
El corrector líquido está más indicado para tapar las imperfecciones del rostro y las ojeras porque suelen ofrecer una cobertura que es media. Además, tienen la ventaja de que son bastante fáciles de aplicar. El lado negativo está en que no se pueden utilizar con todos los tipos de pieles, ya que no es idóneo para cutis grasos.
En polvo
Otra de las posibles texturas que podemos encontrar en los correctores es en polvo. A diferencia del corrector líquido, este tipo tiene la característica de que es el más adecuado para las personas que tengan la piel grasa. También está indicado para tapar cualquier imperfección del rostro.
En barra
Esta textura quizá sea la más popular, aparte de ser una de las que mayor cobertura ofrece por lo que prácticamente puede tapar cualquier tipo de imperfección de la piel. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es más difícil de extender por lo que hay que trabajarlo más para que se funda bien con la dermis. Su correcta aplicación es fundamental porque tiende a acumularse en las líneas de expresión.
Y, ¿para quién es idónea esta textura? Principalmente, es más recomendable para pieles jóvenes y que estén muy bien hidratadas porque, en caso contrario, se nota una dermis más seca y se marcan más las líneas de expresión.
Pincel
En las tiendas de cosmética y belleza también se puede encontrar el corrector en pincel. Su textura es parecida a la del corrector líquido, pero tiene la ventaja añadida de que su aplicación es más fácil por la incorporación del pincel. Además, no es necesario trabajar demasiado el corrector para conseguir un buen efecto.
Mousse
El corrector con textura tipo mousse se define por ofrecer una gran cobertura para tapar las imperfecciones. Además, crea un efecto más bonito porque su textura es ligera y queda con un efecto polvo al entrar en contacto con la piel.