La flacidez de los brazos es, sin duda, uno de los problemas estéticos que más acompleja a las mujeres. La vida sedentaria, la falta de ejercicio, la pérdida de peso y el paso del tiempo hacen que la zona del tríceps vaya perdiendo elasticidad y aparezcan esos brazos “colgones” que nos llevan a desechar de nuestro guardarropa prendas sin mangas o aquellas que no nos cubran, al menos, el brazo hasta el codo.
Una de las opciones para librarse de estas pieles o “alas de murciélago” es la liposucción, aunque si nos decidimos por esta opción tendremos que tener en cuenta que, como toda operación, conlleva un postoperatorio que durará al menos una semana durante la cual utilizaremos una faja para recolocar los tejidos.
Pero si no queremos o no nos podemos permitir esta intervención, siempre podemos utilizar otros métodos para devolver la firmeza y el atractivo a los brazos:
Lo mejor para combatir la flacidez es el ejercicio, aunque esto no significa que tengas que pasarte horas y horas en el gimnasio haciendo pesas. Piensa en todo el tiempo que pasas delante de la televisión y aprovéchalo. Mientras ves esa película o serie que tanto te gusta, coge unas mancuernas ligeras, de medio o un kilo, y ejercita los brazos y las articulaciones. También podemos moverlos mientras caminamos, al ritmo de la marcha, para lograr que los músculos quemen la grasa sobrante.
Después del baño o la ducha, aplica una crema reafirmante desde los hombros a las muñecas para que te ayude en tu objetivo.
Por último, para combatir la flacidez, tanto de los brazos como de cualquier otra parte del cuerpo, es necesaria una alimentación completa en la que primen los cereales, las frutas y las verduras.