A casi todas las mujeres nos fascina usar perfume, es algo que refuerza nuestra personalidad y nos hace sentirnos más seguras y atractivas. Además, solemos tener varios aromas favoritos que solemos utilizar según sea nuestro estado de ánimo, la temporada y la ocasión. Desde siempre, el perfume ha sido utilizado por muchas razones, actualmente llevarlo es un lujo y no una necesidad, pero su popularidad crece sin parar.
Uno de los beneficios más destacados de los perfumes es el efecto positivo que producen los diferentes aromas en nuestro cerebro. El olor provoca que una serie de partículas se cuelen por nuestra nariz, el olfato tiene una gran cantidad de neuronas receptoras que toman este olor y envían un mensaje al cerebro despertando en nosotros diferentes reacciones. Esto genera diferentes estímulos que van desde la tristeza hasta llenarnos de fuerza.
También los aromas evocan recuerdos, lo que puede hacer cambiar el comportamiento humano. Muchas de nosotras nos sentimos felices cuando olemos alguna fragancia que nos recuerda momentos, a nuestra pareja, a un amigo o a un familiar. Sucede muy a menudo cuando alguna persona utiliza un perfume con bastante frecuencia, sus amigos y familiares empiezan a asociar ese olor con esa persona. Además, es curioso como el mismo perfume, en dos personas distintas tiene un olor distinto.
El perfume que te pongas por el cuello o las muñecas también indica o transmite a la gente algo acerca de ti. Un perfume comunica cosas sobre tu personalidad. La fragancia que eliges respalda y apoya tu forma de ser. Lo más habitual es que aquellas personas que son extrovertidas elijan perfumes fuertes, mientras que las personas más tímidas se decanten por fragancias dulces y suaves que les hagan pasar algo desapercibidas.
Por otro lado, el perfume también tiene mucho que decir a la hora de incrementar el atractivo sexual de una persona. La atracción sexual está influenciada en cierta medida por determinados olores que no son perceptibles. Estos olores los producen las feromonas, unas sustancias químicas que genera nuestro cuerpo de forma natural y cuyo objetivo es atraer al sexo opuesto. Diversas marcas de perfumes añaden feromonas artificiales a sus fragancias.
En esta era consumista pasamos por alto los beneficios de NO usar este producto. Que son (ademas de ahorrarnos dinero) también que piel está más saludable y no sufre alergias.
Hace 11 años que deje los perfumes porque el que yo usaba estaba retirado del mercado. Decidí por mi enfado inicial que no volvería a comprar más perfumes en la vida y con esa decisión descubrí que no era necesario gastar dinero en perfumes porque las lociones de cuerpo también servían para oler bien. Desde entonces no uso otra cosa. Y a día de hoy estoy encantada con mi decisión.