Existen muchas técnicas para estirar la piel y eliminar las arrugas, algunas más invasivas y otras menos. Entre estas últimas, una con la que se logran los mejores resultados es, sin duda, el estiramiento de la piel con láser, con el que conseguiremos, además de rejuvenecer nuestro aspecto, que la piel quede más suave y tersa.
La técnica consiste en calentar el colágeno de la piel mediante un láser y, de ese modo, conseguir que se contraiga, rellenando las capas más profundas de la piel, lo que hace que el estiramiento y alisado de la piel sea inmediato. Es un tratamiento dirigido principalmente a hombres y mujeres de entre 30 y 60 años de edad y sirve tanto para hacer desaparecer las arrugas y líneas de expresión del rostro como las de otras partes del cuerpo. El color y el tipo de piel no influye a la hora de aplicar este tratamiento.
Por otra parte, al utilizar el láser no es necesario ningún tipo de postoperatorio, ya que el resultado es inmediato y se va intensificando en las semanas posteriores al tratamiento. Quizá los únicos inconvenientes que podemos sufrir es un enrojecimiento de la piel que durará algunas semanas y después desaparecerá totalmente y que la piel se aclare levemente en las zonas donde se ha aplicado el láser. El tratamiento es totalmente indoloro.
Existen diferentes métodos de aplicación del láser cutáneo para eliminar arrugas, y será el dermatólogo quien determine cuál es el más indicado para nuestro caso.
Los resultados tienen una duración de dos a tres años, periodo que tarda el colágeno estimulado por el láser en reabsorberse, al cabo del cual será necesario hacerse un nuevo tratamiento para recuperar de nuevo la juventud de la piel.