Contrariamente a lo que se cree, caminar con tacones no es algo innato, ya que los pies y las piernas no van en su posición natural, y se hace necesario mantener el equilibrio. La buena noticia es que, una vez que aprendes a caminar con ellos, podrás hacerlo sin dificultad en cualquier situación. Aunque para muchas mujeres suponga un desafío casi inalcanzable, realmente lo único que necesitas para lanzarte a caminar con ellos es un poco de práctica y algunos consejos para que el resultado sea perfecto, sin tener que ir por la calle haciendo equilibrios, o caminar excesivamente rígidas o, lo que es peor, caernos.
Si es la primera vez que llevas tacones, no los elijas muy altos y con el tacón demasiado fino. Una vez elegidos ya sólo queda practicar en casa durante media hora todos los días. Comienza trazando una línea imaginaria o siguiendo una línea en el suelo y caminando sobre ella con pasitos cortos. Los pasos deben ser suaves, y como el tacón por sí solo no puede aguantar todo el peso del cuerpo, es necesario que te apoyes sobre la base del pie.
Para comenzar, ponte los tacones y apóyate en una pared hasta que sientas que tu cuerpo se familiariza con la nueva posición y camina despacio por la línea de la que hemos hablado antes, mirando hacia un punto fijo imaginario situado a la altura de tus ojos, lo que te ayudará a conservar el equilibrio. Mueve ligeramente los brazos acompañando el movimiento de las piernas, lo que te dará más seguridad en cada paso. No intentes correr, sino que ve despacio, desplazando el peso del pie hacia la punta.
Con la práctica no sólo podrás caminar con tacones como la más cotizada de las modelos, sino incluso bailar y correr sin que tu elegancia sufra por ello.