El acné no es sólo un problema estético mientras lo sufrimos en la adolescencia, ya que, algunas veces sufrimos secuelas del mismo en forma de cicatrices que nos acompañarán toda la vida, y que a veces pueden llegar a acomplejar a quienes las sufren.
Sin embargo, hoy en día contamos con una serie de tratamientos que nos permiten tratar y eliminar o al menos disimular las cicatrices del acné:
– Dermoabrasión: Es un tratamiento bastante eficaz, aunque es se formará una costra en las zonas tratadas que durará entre 10 y 15 días antes de caerse y tardaremos de cuatro a seis meses hasta que nuestra piel recupere su estado normal. Durante este tiempo, deberemos protegernos con un protector solar muy alto para evitar que nos aparezcan manchas en el rostro. Si nuestro problema es muy severo, puede que necesitemos más de un tratamiento.
– Láser: Mediante este sistema eliminamos la capa superficial de la piel sin causar lesiones en la misma. En este caso el tratamiento se realiza anestesiando la zona a tratar para que resulte indoloro y los resultados tardan algún tiempo en ser visibles, pero sin duda es una técnica muy eficaz. En el postoperatorio será necesario vendar la zona a tratar, pero los cuidados durarán como mucho una semana. Eso sí durante al menos 3 meses no deberemos exponer la piel al sol.
– Amelán: Es el proceso menos agresivo, compuesto de varias sustancias despigmentantes, que descaman la piel eliminado así las manchas. En casa deberemos complementar el tratamiento con una crema específica y habremos eliminado las cicatrices del acné.
– Reestructuración facial: Mediante esta técnica se extirpa grasa corporal del paciente, se limpia y se reimplanta en las zonas que han quedado dañadas por el acné, con lo cual la piel se revasculariza, se oxigena y recupera su buen aspecto.