Con el paso del tiempo nuestra piel va cambiando. No sólo van apareciendo pequeñas arrugas que poco a poco se hacen mas notorias, sino que incluso nuestro tipo de cutis puede cambiar. Para adaptarnos a dicho cambio debemos utilizar cremas diferentes y, claro está, maquillarnos de forma acorde con nuestra edad para de ese modo seguir luciendo un aspecto juvenil y radiante.
Ojos: Cuando somos jóvenes solemos recargar muchos los ojos. Esto se debe a que traslucen nuestra juventud y nuestra fuerza y son un gran arma de seducción. A medida que nos hacemos mayores, es aconsejable ir recargando menos esta área con maquillaje e insistiendo más en mantener la piel de la zona hidratada y nutrida. Te bastará con aplicar una capa ligera de sombra de ojos, dos capas de máscaras de pestañas y estarás lista para cualquier evento.
Colorete: A medida que maduramos deberemos ir reduciendo en gran medida el colorete utilizado. Utilizar demasiado colorete a ciertas edades puede hacernos parecer un tanto ridículas. Por ello lo mejor es aplicar un suave toque de colorete rosa en crema. Lo mismo haremos con los labios, teniendo cuidado al aplicarnos el pintalabios de que no se “extienda” por las arruguitas alrededor de los mismos.
No olvides la hidratación: La aparición de arrugas se debe, entre otros factores, al hecho de que nuestra piel cada vez va encontrando mayor dificultad en mantenerse hidratada. Por ello deberemos ser nosotros quienes aportemos ese excedente de hidratación para mantener las arrugas a raya el mayor tiempo posible.
No recargues mucho el maquillaje. Contrariamente a lo que muchas mujeres piensan, hacer esto nos hace parecer mayores. Lo mejor es utilizar un maquillaje sencillo y suave que nos dé un toque de color, pero sin complicarnos demasiado. De ese modo pareceremos más jóvenes y cuidaremos nuestra piel.