El día de tu boda es un día importantísimo, tal vez el más importante de todos. Es por ello que deberás estar radiante, deberás cuidar todos los detalles para que nada falle y todo salga a pedir de boca. Evidentemente, no podrás descuidar tu imagen. El maquillaje, el peinado y la ropa que elijas será determinante a la hora de gustar a tu futuro marido y a todos los asistentes al enlace. Además, tampoco olvides optar por lencería sexy, la noche de bodas tiene que ser una noche inolvidable.
Para esto último tienes que tirar de complementos sensuales como corsés, bodys, liguero, sujetador, braguitas y medias. Los hay muy elegantes y sofisticados, pensados para una mujer femenina que quiere arriesgar. Sin embargo, también hay opciones más reservadas como los conjuntos de algodón de color blanco, sencillos pero que cumplen igual. Si eres más atrevida mejor que te decantes por bodys transparentes, con encajes, con pedrería, con lacitos… Deja volar tu imaginación y sorprende a tu pareja.
Por último, no olvides ocultar la lencería con un bonito vestido de novia. Existen muchas colecciones que te harán estar a la última. Hay para todos los gustos y para todos los presupuestos. Algunos de los tipos de vestidos que existen en el mercado son los siguientes:
– Princesa: La falda sale de la cintura, es vertical y pegada al cuerpo.
– En forma de A: Se pega al torso y la falda cae en forma de A. Es de los más elegantes
– Tradicional: Ajustado al torso y con falda acampanada
– Sirena: Es envolvente, recto y muy pegado al cuerpo
– Imperio: La falda no es suelta y sale justo de debajo de la línea del busto. Es el más clásico