No siempre es fácil tener un aspecto radiante. El estrés, el cansancio y las emociones se acumulan en nuestra mirada, llegando un momento en que aparece totalmente apagada y parece imposible darle un poco de vida. Sin embargo, si aplicamos una serie de cuidados a nuestros ojos y atizamos algunos trucos de maquillaje, conseguiremos una mirada radiante cuando más lo necesitemos.
Para lograrlo es importante desmaquillarnos bien los ojos por la noche, siempre con movimientos delicados hacia abajo y nunca frotando. Si estás muy cansada y tienes bolsas bajo los ojos, tómate una infusión relajante, que hará que por la mañana las bolsas se hayan reducido.
Si por la mañana aún tienes bolsas, lávate los ojos con agua fría, pero sin frotar para no irritarlos. Lo mejor es hacer un cuenco con las manos, llenarlo de agua y sumergir en ella el rostro.
A continuación aplícate el corrector sobre las ojeras, para hacerlas desaparecer del todo. Aplica después polvos sueltos pero de forma muy ligera, para que el resultado sea perfecto. Para lograr resaltar aún más la mirada, puedes aplicar un corrector-iluminador al final del maquillaje sobre la zona del lacrimal, para que dé sensación de que los ojos son más grandes.
Si es para maquillaje de día, lograr una mirada radiante es muy sencillo. Sólo tienes que aplicarte una sombra de color crema en el párpado y el lápiz marrón entre las pestañas. Difumina el lápiz y después aplícate una capa doble de máscara de pestañas.
Pero sin duda cuando más radiantes queremos estar es por la noche. Para ello nada mejor que aplicar bajo el arco de la ceja una sombra en color tierra o dorada y a continuación lápiz negro en las pestañas superiores, inferiores y para delinear el ojo. Difumínalo y tus ojos irradiarán luz y magnetismo.
A mi lo que me deja loca es que la foto de la tía de los ojos bonitos sea de una tía que lleva las cejas sin depilar, queda horribleeeeeee!