El rostro redondo nos da un aspecto adolescente y juvenil, pero muchas veces nuestras mejillas son demasiado redondeadas y lo que buscamos es conseguir perfilar un poco el rostro para hacerlo parecer lo más ovalado posible. Lograrlo es más fácil de lo que parece, ya que sólo es necesario saber maquillarte del modo adecuado.
Para comenzar debes aplicar el corrector, tanto para cubrir las ojeras o las bolsas de los ojos como para eliminar los granitos u otras imperfecciones de la piel y lograr de ese modo un acabado perfecto del cutis. A continuación aplica la base de maquillaje del color más parecido a la piel. Puedes extenderla con los dedos y una esponjita o con un pincel largo y aplastado. Lo más importante es que quede un acabado uniforme.
Debes aplicarte también maquillaje en el cuello y en el escote para lograr una armonía en el tono de piel.
A continuación ilumina el rostro con ayuda de un pincel iluminador, para lo cual debes aplicarlo bajo los ojos y alrededor de la boca, lo que ayudará a dar mayor sensación de volumen a tu rostro al tiempo que iluminas la piel y la llenas de vida.
El siguiente paso es aplicar una base de maquillaje más oscura en ambos lados del rostro, siempre de arriba hacia abajo, es decir, comenzando por la sien y llegando hasta el borde de la mandíbula. Esto es importante, ya que si no lo hacemos así podemos lograr un efecto contrario al deseado. Es importante difuminar bien el maquillaje para que las líneas se mezclen y no se perciban
A continuación aplícate el colorete creando sombra diagonal justo bajo el hueso del pómulo y ligeramente por encima de las cejas.
Ya sólo te queda dar el toque final al maquillaje, aplicando un brillo de labios en tonos rojos y un rímel negro en las pestañas.