Durante el embarazo muchas mujeres se dan cuenta de que su cabello cambia. Además de ser más abundante, se vuelve más fuerte, y su aspecto es mucho más saludable y brillante, resultando un cabello mucho más sano y bonito. Los cambios hormonales que se producen durante la gestación son los responsables de este nuevo aspecto de tu cabello, pero debes proporcionarle una serie de cuidados especiales.
Otro aspecto que contribuye a la renovada salud de tu cabello es que durante el embarazo no se deben utilizar tintes con amoniaco ni oxidantes, sino sólo aquellos realizados con extractos vegetales, con lo que las agresiones que sufre son menores. Tampoco debes decolorártelo o hacerte la permanente, ya que es muy frecuente que estos tratamientos produzcan reacciones alérgicas en el cuero cabelludo durante el embarazo.
Si tu cabello era seco antes del embarazo, ahora se verá mucho mejor, porque aumentará la secreción de grasa, aportándole vitalidad y brillo extra, y además notarás que se cae mucho menos. Si continúa siendo un poco seco, puedes utilizar una vez por semana un poco de aceite de oliva para hidratarlo.
Si tu cabello era normal, no debes realizar cuidados especiales. Un champú de uso frecuente te bastará para tenerlo en perfectas condiciones.
Si tu cabello era graso, notarás que la producción de grasa aumenta. Por ello, debes utilizar champús muy suaves para lavarlos y hacerlo con frecuencia, pero no a diario para no empeorar el problema.
Sea cual sea tu tipo de cabello, no dudes en darte masajes capilares que mejoren la circulación sanguínea del cuero cabelludo, logrando así aumentar su vitalidad.
Después del parto, notarás como tu cabello comienza a caerse. No te preocupes, es algo normal, debido también a las hormonas. Si es necesario, puedes tomar algún suplemento de vitaminas o hierro, siempre bajo supervisión de tu médico.